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Un banco y una empresa industrial son diferentes y también lo es su comportamiento ante la inestabilidad. Así lo ha defendido Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, en el Congreso. Aunque no ha pronunciado sobre si la entidad volverá a Cataluña tras cambiar su sede social y fiscal el año pasado, ha explicado que no se puede esperar el mismo comportamiento ante una situación de inestabilidad de un banco que de otras empresas.
El martes se conocía que Agbar, una de las compañías que abandonó Cataluña en el marco de la inestabilidad generada tras el 1-O, volvía a ubicar su domicilio social en Barcelona al considerar que ya hay "estabilidad". Es la primera empresa que toma esta decisión, al tiempo que la salida de empresas de Cataluña se triplicó en el segundo trimestre de este año.
Gortázar ha defendido que la decisión de salir de Cataluña fue tomada por motivos “estrictamente profesionales” por parte del consejo de administración de CaixaBank “con lástima”, pero buscando “el interés de los depositantes, los clientes, los empleados y los accionistas”. “No hubo ninguna influencia política”, ha añadido.
El primer ejecutivo de la entidad ha explicado que el banco actuó de esta manera al ver “empezar a resquebrajarse la confianza de los clientes”, que sacaron sus depósitos del banco. “Un banco, sin la confianza de sus clientes, no puede operar”, ha defendido.
En su opinión, la banca es un sector en el que “la importancia de la estabilidad es crítica”. Por ello, “no podemos esperar el mismo comportamiento de una entidad bancaria ante una situación de inestabilidad que de otras empresas”.
En todo caso, Gortázar no se arrepiente de que CaixaBank reubicara su sede social fuera de Cataluña, concretamente en Valencia. "Si tuviéramos que volver a afrontarla (la misma situación), el consejo llegaría a las mismas conclusiones", ha afirmado.
CON LA TASA TOBIN “EL CAPITAL SE VA”
A Gortázar no le parece “justo” que un impuesto destinado a financiar el sistema de pensiones se dirija al sector bancario, principalmente porque la mayoría de las entidades que recibieron las ayudas ya no existe. “Los que pagamos el impuesto no somos los culpables (de la crisis)”, ha indicado.
“No ha venido dinero de los contribuyentes a nuestro bolsillo. Han salido 4.300 millones de euros de La Caixa. El rescate no corresponde pagarlo a las entidades que no han sido las problemáticas”, ha apuntado.
Por ello, a Gortázar no le parece “lógico” implantar un impuesto a la banca “ni por el pasado ni por el futuro”, más cuando “la rentabilidad todavía no es suficiente para cubrir su coste de capital”. “Con una perspectiva de rentabilidad todavía endeble no me parece oportuno penalizar a la banca”, ha resumido.
Más concretamente, en cuanto a la tasa Tobin, la nueva idea del Gobierno tras renunciar a un impuesto genérico para la banca, Gortázar ha explicado que si se buscan rentas muy elevadas para el capital, “el capital se va y la recaudación baja”.
En su opinión, es justo que pague más el que más tiene, pero solo en el mundo de las personas físicas, no en el de las jurídicas, pues, de lo contrario, se incentiva que las empresas sean pequeñas.