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Jordi Gual y Gonzalo Gortázar, presidente y CEO de CaixaBankCAIXABANK/J.NIEVA
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CaixaBank sale de Repsol. El consejo de administración de la entidad ha acordado vender toda su participación en la petrolera, un 9,36%, antes de que termine el primer trimestre del año que viene. El banco ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que esta operación le generará unas pérdidas netas extraordinarias de unos 450 millones de euros, que se contabilizarán en las cuentas del tercer trimestre de este ejercicio.

En consecuencia, saldrán del consejo de administración de Repsol el presidente y el consejero delegado de CaixaBank, Jordi Gual y Gonzalo Gortázar. El último ocupa el cargo de vicepresidente del consejo de la petrolera y de consejero dominical, mientras que Gual es consejero externo dominical.

La operación por la que CaixaBank dejará de ser el primer accionista de Repsol se articulará mediante dos vías. La primera será una liquidación anticipada de dos contratos de permuta de renta variable (equity swap) que representan el 4,61% de su participación. Uno de ellos corresponde a 30,5 millones de acciones (1,91% del capital) a 15,39 euros y otro a 43 millones de títulos (2,7%) a 15,55 euros.

La entidad se deshará del 4,75% (equivalente a más de 75,7 millones de acciones) restante mediante un programa de ventas que empieza ya y finalizará, previsiblemente, antes del cierre del primer trimestre del próximo ejercicio.

Las ventas se efectuarán con un límite del 15% del volumen negociado en el día, de forma que el número de acciones vendidas dependerá de cómo se encuentre el mercado en cada momento. El banco se deshará de estos títulos asegurándose de que los accionistas obtienen por ellos un "valor razonable".

La venta de esta última porción de su participación no tendrá efecto en la cuenta de resultados de CaixaBank gracias a la reciente entrada en vigor de la normativa IFRS9. Esta norma permite al banco contabilizar este 4,75% como 'Activos financieros a valor razonable con cambios en otro resultado global', partida que recoge las oscilaciones en la cotización de inversiones financieras. Así, la pérdida por la participación se registrará como patrimonio al aparecer en 'Otro resultado global' y no tendrá efecto en la cuenta de resultados.

En todo caso, la operación causará a CaixaBank unas pérdidas extraordinarias de 450 millones de euros netos, que se anotará en las próximas cuentas que presentará, las del tercer trimestre de este año. El impacto, sin embargo, será neutral en su ratio de capital CET1 fully loaded, según ha explicado el banco. Además, la entidad no cambia, sino que reitera su objetivo de rentabilidad para este año, con la intención de alcanzar un retorno sobre capital tangible (RoTE) de entre el 9% y el 11%.

La salida de CaixaBank de Repsol se enmarca en el Plan Estratégico 2015-2018 del banco, que preveía una bajada del peso de la cartera de participadas en su consumo de capital. Al cierre de 2014 era del 16%, una cifra que ha quedado reducida al 5% al término del segundo trimestre de este año tras las ventas de participaciones en The Bank of East Asia y Grupo Financiero Inbursa, así como la toma de control de BPI.

PRIMER ACCIONISTA

Con la venta de toda su participación, CaixaBank dejará de ostentar el primer puesto entre los accionistas de Repsol. La posición de la entidad en la petrolera está valorada a precio de mercado en unos 2.490 millones de euros. Su último movimiento en la participación se produjo el pasado enero, cuando disminuyó su participación desde el 12,972% que tenía en el momento.

Al salir el banco, la compañía que se quedaría como primer accionista de Repsol sería Sacyr, que ostenta un 8,2%. Por detrás se encuentran BlackRock, que dispone de un 4,631% del capital de la petrolera presidida por Antonio Brufau, y Bank of America Corporation, que tiene un 1,747%.

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