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CaixaBank se ha sacudido las críticas del Banco de España a las prejubilaciones masivas que fomentan compañías como la entidad de origen catalán a través de sus Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). “Es un ERE claramente voluntario, que obedece a cuestiones organizativas y a la transformación digital”, ha defendido Jordi Gual, presidente no ejecutivo del banco, que ha destacado que las condiciones de este ajuste se encuentran dentro del “marco legal” vigente.
“Las entidades financieras, al igual que otras empresas, hemos de operar, de tomar decisiones en relación al futuro en el marco legal que se ha dotado en este país”, ha explicado Gual durante su intervención en el curso que organizan estos días Apie y BBVA en Santander. “Lo hemos hecho con la legislación vigente, que es la que tenemos que tener en cuenta”, ha añadido.
En este mismo entorno, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, reconoció que las prejubilaciones del sector bancario y otras actividades chocan con el objetivo de ampliar la edad de jubilación que se requiere en un contexto en que ha aumentado la esperanza de vida y es necesario tomar medidas para la sostenibilidad del sistema de pensiones.
El presidente de CaixaBank ha defendido también las razones que llevaron a la entidad a acometer este ajuste. “Podemos tener opiniones sobre ese marco [legal], pero en esta vida no se pueden prolongar las cosas y hay que anticiparse a los acontecimientos cuando viene un cambio tecnológico”, ha apuntado, para defender después que “para la sostenibilidad del negocio era importante llevar a cabo este ejercicio”.
CaixaBank firmó el pasado mes de mayo, tras meses de negociación con los sindicatos, un acuerdo sobre las condiciones de este ERE, que ofrece prejubilaciones desde los 53 años. El ERE afecta a 2.023 empleados y se enmarca en el Plan Estratégico 2019-2021 de la entidad, que contempla el cierre de más de 800 oficinas.