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El resultado atribuido de CaixaBank en el primer semestre de 2018 creció hasta los 1.298 millones de euros, lo que supone un 54,6% más respecto al mismo periodo del pasado ejercicio. Esta mejora viene propiciada por una mayor aportación de BPI, entidad lusa de la que controla casi la totalidad del capital, pero también por la fortaleza de los ingresos core, la contención de los costes y la reducción de las dotaciones, según explica el propio banco.
Concretamente, la contribución a los resultados de la entidad del negocio de BPI ascendió a 76 millones, frente a los 3 millones en el que aportó en las mismas fechas de 2017 y, si se tiene en cuenta la contribución de las participadas del banco luso, su aporte total fue de 252 millones.
El resultado de CaixaBank está por encima de las estimaciones del consenso de analistas de FactSet recogido hace unos días, que preveía un beneficio de 1.215 millones de euros en el primer semestre, un 45% más, y tenía en cuenta un impacto de 200 millones de euros derivado de la compra del 51% de Servihabitat.
Este impacto ha sido finalmente de 204 millones de euros, de los que 152 millones se recogen en Otras dotaciones a provisiones y 52 millones en Ganancias/Pérdidas en baja de activos y Otros, según ha detallado este viernes la entidad al mercado.
El margen bruto de la entidad se situó en 4.654 millones de euros, un 8,7% más en comparación con un año antes, impulsado por el crecimiento de los ingresos core hasta los 4.091 millones de euros en 2018 (+4,5%) y por mayores resultados por activos y pasivos financieros e ingresos de participadas.
Por su parte, el margen de intereses del primer semestre ascendió a 2.432 millones de euros, es decir, un 3,5% más que un año antes, impulsado por la mejora de la rentabilidad del crédito y el ahorro en los costes de la financiación institucional, entre otras razones que aporta el banco.
Los ingresos por comisiones alcanzaron los 1.293 millones, un 3,3% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. CaixaBank explica que las comisiones bancarias, de valores y otros cayeron un 5,9%, al tiempo que las correspondientes a fondos de inversión (+18,4%), planes de pensiones (+9,4%) y comercialización de seguros (+26,7%) avanzaron respecto a un año antes.
La rentabilidad sobre recursos propios del banco (ROE) se situó en el 8,6%, muy por encima del registro de un año antes, que era del 5,4%. El retorno sobre capital tangible (ROTE), por su parte, mejoró hasta el 10,4%, en línea con el objetivo de su plan estratégico para 2018.
La entidad ha destacado su aumento en la base de clientes digitales en España, con una cuota de penetración del 32%, equivalente a 5,8 millones de clientes digitales, el 55% del total de clientes en España, y 5 millones de clientes en banca móvil.
AVANCE EN EL CRÉDITO
El crédito bruto concedido a la clientela por CaixaBank se situó en 225.744 millones de euros, un 0,8% más en el último año, mientras que la cartera sana creció un 1,6% este ejercicio, hasta 3.366 millones de euros. El banco explica que, sin tener en cuenta el efecto estacional de los anticipos a pensionistas de junio, equivalente a 1.601 millones de euros, la evolución de la cartera sana en el año sería también del 0,8%.
El crédito a particulares sano aumentó un 1,2% en el año, impulsado, principalmente, por el crédito al consumo en España, que avanzó un 5% en el trimestre y un 10,7% en el año. El crédito hipotecario continuó, según CaixaBank, marcado por el desapalancamiento de las familias, aunque las caídas en su saldo crediticio se redujeron. De hecho, la nueva producción del crédito hipotecario mejoró un 8% respecto al primer semestre de 2017.
La ratio de mora del banco mejoró hasta el 5,3%, mientras que los saldos dudosos descendieron hasta los 12.714 millones de euros. La ratio de cobertura aumentó hasta el 56%, es decir, seis puntos porcentuales en el año.
CaixaBank disminuyó en el semestre las pérdidas por deterioro de activos financieros y otras provisiones, concretamente un 57% respecto al mismo periodo de 2017, hasta 531 millones de euros. Dentro de esta partida, las pérdidas por deterioro de activos financieros cayeron hasta 248 millones de euros, un 47,5% menos respecto al mismo periodo del ejercicio 2017 y, mientras que las otras dotaciones a provisiones lo hicieron un 62,9%, hasta los 283 millones.
La cartera de adjudicados netos disponibles para la venta se situó en 5.553 millones de euros y la de alquiler en 2.806 millones. El total de ventas de inmuebles en 2018 alcanzó los 1.143 millones de euros, un 70,9% por encima del registro de un año antes.