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Los bancos europeos ponen la velocidad de crucero hacia la confirmación de la recuperación. Esta es una de las principales conclusiones de la agencia Fitch Ratings en su informe de situación sobre el sector financiero del Viejo Continente. Tendrán, según sus expertos, beneficios en niveles anteriores de la pandemia, aunque con una ralentización del crecimiento en el tercer trimestre. Dentro de este análisis, destaca también el estudio que han realizado sobre tres entidades españolas, CaixaBank, BBVA y Santander, de las que se espera que sigan el camino por el que va el resto de Europa.

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Fitch ha examinado la situación de los 20 bancos más grandes del Viejo Continente de cara a la segunda mitad del 2021. Además de las perspectivas de resultados y la previsión de crecimiento, la agencia calificadora cree que el sector todavía guarda ciertos temores sobre la evolución de la economía y lo argumenta en el reparto de dividendos. “Los supervisores han levantado recientemente las restricciones a la distribución a los accionistas, allanando el camino para una vuelta a los pagos más altos y una cierta disminución de las ratios de capital. Sin embargo, los planes de distribución han sido moderados”, afirman en el escrito.

Pese a ello, esperan que todos ellos reporten beneficios por encima de los niveles previos a la pandemia, sustentando su argumentación en que la mayoría de ellos ha notificado fuertes ganancias en el primer semestre de 2021. Siete de las entidades estudiadas tienen perspectiva Negativa de la agencia, mientras que doce tienen la nota de Estable y solo el Deutsche Bank tiene perspectiva Positiva.

BANCO SANTANDER

Pero el informe también realiza un estudio pormenorizado de la rentabilidad de las entidades y sus previsiones de cara al futuro próximo. Entre ellas, las tres más grandes de España y que tienen perspectiva Estable para Fitch: BBVA, CaixaBank y Santander.

Del banco cántabro, la agencia destaca la estabilización de su entorno operativo en mercados como el de Reino Unido y Estados Unidos, que le ayudaron en el primer semestre a recuperar los beneficios previos a la pandemia. “El banco está en camino de alcanzar su objetivo de rentabilidad a medio plazo de un rendimiento subyacente sobre el capital tangible (ROTE) del 13%-15% (12,6% anualizado en el 1S21)”, argumentan.

Asimismo, los analistas esperan que el resultado operativo mejore gracias a “una mayor recuperación de la actividad económica y al crecimiento del negocio en los mercados emergentes y en nuevas áreas de negocio”, pese a las presiones de los márgenes en Europa.

Al igual que el resto de los bancos del continente, Santander está reduciendo los gastos operativos dentro de su plan de ahorro de 1.000 millones de euros entre 2021 y 2022. Fitch prevé que las ratios de capital de la entidad disminuyan, ya que tiene previsto distribuir el 50% del beneficio subyacente de este año. “Sin embargo, esperamos que Santander opere en el rango superior del objetivo del 11%-12% hasta que la crisis remita”, afirman.

CAIXABANK

En el caso de CaixaBank, los retos de cara a final de año están, sobre todo, en las pérdidas de crédito cuando se eliminen las medidas de apoyo y la finalización de la integración informática y los costes de la fusión con Bankia. Sobre este último punto, la agencia destaca los 1.900 millones de gastos que supone la restructuración que se ha planteado en la plantilla, que eleva los costes anuales de la operación a 940 millones de euros hasta 2023, frente a la previsión de 770 millones.

Fitch espera que la entidad se pueda beneficiar de las medidas de ahorro de costes y de la recuperación económica de España. También ve con buenos ojos la revisión que han hecho de la calidad de los activos, con una tasa de morosidad inferior a 40 puntos y una tasa de préstamos deteriorados inferior al 4%.

BBVA

Por último, BBVA obtuvo en el segundo trimestre unos resultados fuertes, gracias a una mejora del 4% en el margen trimestral de intereses y un buen comportamiento continuado de las comisiones netas, con un crecimiento del 6%, “reflejando la recuperación de la actividad económica”, dicen los analistas. “Esperamos que el margen de intereses del grupo mejore modestamente con respecto al año anterior gracias al crecimiento previsto de los préstamos en la mayoría de las zonas geográficas, junto con la estabilización de los tipos de interés y la atención prestada a la gestión de los precios”, añaden.

La entidad se beneficia de la evolución de la economía de los países donde opera, además de tener una alta eficiencia, “mejor que la de sus competidores”, gracias al ahorro de 250 millones de euros anuales después del plan de reestructuración y reducción de costes". “La capacidad de poner en marcha este programa pone de manifiesto las ventajas derivadas de los avances del banco en su estrategia de digitalización y su flexibilidad financiera tras la venta de BBVA USA”, sentencian.

Pese a que considera que sus activos son estables, Fitch sigue viendo riesgos en Turquía y España. “Estos se ven mitigados por una buena cobertura de reservas de préstamos deteriorados”, razonan.

Los expertos no descartan nuevos repartos extraordinarios de dividendos o movimientos de crecimiento inorgánico debido a que la ratio CET1 proforma con carga completa se situó en el 12,9% en junio, por encima de la horquilla del 11,5%-12%.

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