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CAF se ha hecho con el contrato lanzado por el Metro de Madrid de 412 millones de euros para renovar la flota de trenes de la línea 1 del suburbano madrileño por 412 millones de euros.
Se trata del segundo contrato que la empresa con sede en Beasain (Guipúzcoa) se adjudica para el metro de Madrid en los últimos meses, tras hacerse recientemente con el encargo para fabricar 40 trenes para las líneas 6 (Laguna-Lucero) y 8 (Nuevos Ministerios-T4 Aeropuerto) por 450 millones de euros.
La adjudicación de este segundo contrato no se ha producido formalmente, si bien CAF es la única empresa que ha pasado a la fase final, y la única a la que se le ha pedido la entrega de la documentación correspondiente para su adjudicación.
El contrato está destinado al suministro de 40 trenes bitensión 600 Vcc-1500 Vcc de gálibo estrecho, que se asignará como dotación de la línea 1.
Este es uno de los dos concursos en los que se dividió el macropedido de 1.100 millones de euros lanzado por Metro de Madrid para renovar su flota. El primer lote que ya se adjudicó formalmente CAF se refiere a 40 trenes monotensión de gálibo ancho y electricidad a 1.500 Vcc, que estarían destinados a las líneas 6, 8 y 11.
POSIBILIDAD SIN TRIPULACIÓN
Ambos contratos incluyen el diseño, fabricación, suministro y puesta en marcha de los trenes, con una duración de 10 años, así como el desarrollo e implantación de un programa de optimización para el ciclo de vida útil de estos trenes, de unos 40 años.
También se contemplan todas las revisiones de mantenimiento preventivo para el control y seguimiento, con una previsión de 120.000 kilómetros anuales para los de gálibo ancho y de 84.000 para los de gálibo estrecho.
Todos los convoyes estarán compuestos por seis coches, de los cuales cuatro serán coches motores y los otros dos serán coches remolques, en composición continua con pasillos de intercomunicación entre coches y una cabina de conducción en cada coche extremo de la composición.
En un primer momento serán en conducción protegida con maquinista, es decir, semiautomática, aunque se prevé que a lo largo de su vida útil puedan pasar a una explotación sin tripulación.