La Comisión Europea (CE) ha planteado este miércoles prohibir, a partir del año 2035, la venta de coches de combustión e híbridos. Se trata de un objetivo ligado al desarrollo de una red óptima de recarga en todo el territorio de la UE, con el propósito de intentar reducir las emisiones del bloque un 55% para el 2030, reduciéndolas a cero cinco años después.
No obstante, los expertos de la CE han señalado que los automóviles híbridos están también "llamados a desparecer", aunque fuentes comunitarias señalan que estos transportes aún tienen aún un papel relevante en cuánto a la reducción de contaminación.
En el caso de la automoción, Bruselas se ha centrado en los coches y furgonetas ya que considera que son el "gran problema" de Europa en cuanto a emisiones. Los vehículos de dos ruedas se encuentran excluidos de las nuevas normas.
También han quedado exentos los camiones y demás vehículos pesados, que ya están bajo una legislación más reciente, aunque Bruselas podría revisarla en 2022, cuando tenga más información respecto a esta flota y su huella ecológica.
Para estimular la transición de los conductores europeos a coches más sostenibles, la Comisión ha comunicado a los Estados miembro tomen medidas para asegurar el éxito del proceso. Como asegurar la recarga de los vehículos eléctricos por el territorio europeo.
Así, con este proyecto se ha previsto que habrá un punto de retroalimentación eléctrica fijo cada 60 kilómetros en la red transeuropea de transporte (TEN-T) y cada 150 kilómetros para el repostaje de hidrógeno.
AVIACIÓN Y MAR EN EL SISTEMA ETS
El fin de la venta de coches diésel o de gasolina es una de las medidas clave que se proponen. Pero no es la única, el Ejecutivo comunitario quiere facilitar que se cumpla la meta de reducir la contaminación en un 55% (con respecto a los registros de 1990), para el año 2030. En este proyecto, denominado como 'Fit for 55', también se han incluido iniciativas que involucrarán a sectores como el aéreo y el marítimo.
"Las emisiones de CO2 deben tener un precio para incentivar a consumidores, productores e innovadores a elegir las tecnologías y productos limpios", ha defendido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al presentarlas nuevas propuestas que pretenden situar a la Unión Europea en lo alto de la lucha climática internacional. En esta nueva hoja de ruta se incluían a los sectores de la aviación y marítimo pues ambos se encuentran en el sistema europeo de comercio de emisiones.
La Comisión Europea ha señalado la falta de compromiso en la disminución de emisiones en áreas como el transporte por carretera o la construcción. Por lo que se ha planteado el establecimiento de un sistema de comercio de emisiones paralelo para la distribución de combustible de ambas industrias.
El vicepresidente comunitario responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, ha subrayado, en rueda de prensa, que las nuevas medidas se iniciarán en 2025 "a los proveedores de combustible y no a los hogares ni a los conductores".
La UE ha sido consciente que esto podría llegar a influir en la factura de los usuarios, por lo que la Comisión se ha planteado establecer un Fondo Social para el Clima, con el fin de ayudar a los colectivos más vulnerables a cumplir con el nuevo sistema.
El fondo contará con recursos del presupuesto europeo hasta abarcar un 25% de los ingresos previstos por medio del sistema ETS para edificios y carreteras. Según estimaciones de Bruselas serían unos 72.200 millones de euros para el periodo 2025-2032.
El proyecto 'Fit for 55' consta de doce propuestas para facilitar la transición ecológica. Entre sus planes más ambiciosos está incluyen también compromisos más ambiciosos como la proporción de renovables al 40% en el consumo energético de la UE en 2030. Pero, primero, dicho planteamiento deberán ser aprobado por el Parlamento europeo y los Veintisiete, en donde se prevé un proceso complejo por las diferencias entre países.