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Antonio Brufau, presidente de Repsol, en su discurso ante la junta general de accionistas de la compañía, ha vaticinado un escenario medio de precios del crudo en torno a los 60 o 70 dólares el barril, después de registrar una media de 66,8 dólares en el primer trimestre de este año. Actualmente, el barril de Brent está en los 77,2 dólares.
El presidente ha señalado que el conflicto entre EEUU e Irán "no es muy positivo". En su intervención en la Junta General de Accionistas de la petrolera, Brufau ha explicado que el petróleo debe evolucionar en función de "las reglas de mercado y no de situaciones geopolíticas".
Así, ha considerado que la tendencia al alza en los precios del petróleo iniciada a finales del año pasado, después de que las reglas de oferta y demanda se hayan estabilizado, "se va a mantener en 2018", aunque lejos de los niveles alcanzados hace cuatro o cinco años de "100 y pico dólares" el barril.
En cuanto a la evolución al alza del precio del crudo de los últimos meses, ha destacado que se ha producido porque "la economía ha funcionado mejor y las reglas de la oferta y la demanda se han estabilizado" y se están reduciendo los stocks.
Además, el presidente de Repsol ha señalado que el ejercicio 2017 ha puesto de manifiesto "todo el trabajo de los últimos años" para poner a la petrolera en el "máximo de eficiencia y generación de valor". Por su parte, el consejero delegado, Josu Jon Imaz, se ha felicitado porque Repsol ha conseguido "ser una compañía más eficiente, flexible, innovadora y comprometida con el medio ambiente y la sociedad".
Por otra parte, Brufau ha asegurado que el gas natural y el petróleo continuarán siendo una parte "muy importante" del 'mix' en la transición energética, ya que "no son sustituibles, sino que son complementarios con otros tipo de energía".
Así, cree necesaria "una buena regulación que piense en el ciudadano y no en la empresa energética" para cumplir con los objetivos de descarbonización, ya que si se quiere que la factura no la pague ni el ciudadano ni la industria será necesario "acertar con la ruta" a seguir.
2025, AÑO DEL COCHE ELÉCTRICO
Por otro lado, Brufau ha defendido que, a día de hoy, la mejor solución para reducir las emisiones de CO2 en el sector de la movilidad "no es el coche eléctrico, sino la revisión de la flota actual" de vehículos, asegurando que la competitividad de éste no llegará antes de 2025. Hay que "evitar un cierto ilusionismo", ya que el coste asociado a la subvención de un coche eléctrico permitiría renovar entre siete y ocho coches actuales de combustión interna "para conseguir" el mismo objetivo, ha explicado en su intervención.
Así, ha advertido de la necesidad de vigilar en su desarrollo el "equilibrio social", ya que si se gestionan mal las subvenciones destinadas su compra puede suponer una "transferencia de renta de las clases menos favorecidas a las más favorecidas", así como que el coste del I+D+i para su avance "no recaiga en los ciudadanos" y sea asumido por los fabricantes.
El presidente de la petrolera ha remarcado que el coche eléctrico será "una gran oportunidad", en la que Repsol estará. "Pero hay que estar cuando toque estar", ha añadido el directivo, que ha subrayado que el vehículo eléctrico todavía tiene que "solucionar muchos temas para ser competitivo".
Así, Brufau ha vaticinado que esta competitividad del coche eléctrico no llegará antes de 2025, con retos a superar como la disponibilidad de metales como el cobalto, las emisiones de CO2 generadas en la fabricación de la batería o que su desarrollo esté asociado a la penetración renovable en el 'mix' eléctrico.