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Borja Prado ha llegado a un acuerdo con Enel por el que abandonará la presidencia de Endesa en la próxima junta general de accionistas, prevista para abril, después de una década al frente de la eléctrica. Según varios medios, podría sustituirlo Juan Rosell, expresidente de la patronal CEOE.
La presidencia de Rosell, según informa El País, no tendrá labores ejecutivas, ya que estas las asumirá José Bogas como consejero delegado.
La salida de Prado, que deberán aprobar el consejo de administración y la comisión de nombramientos y retribuciones, lleva negociándose desde 2018, tras un alejamiento de la cúpula del accionista mayoritario de la firma, el grupo italiano Enel, y, en concreto, de su consejero delegado, Francesco Starace.
Las labores ejecutivas las asumirá ahora José Bogas como consejero delegado
Prado recibirá una compensación de 13 millones de euros tal y como tenía establecido en su contrato firmado por Enel. Además, según los últimos datos disponibles, en 2017 logró una retribución de 3,184 millones, a los que hay que sumar más 281.000 euros para su plan de pensiones.
Llegó a la presidencia de Endesa en marzo de 2009, después de que Enel tomara el control de la que era la primera eléctrica española. También, tras la venta de Acciona a Enel del 25% que poseía por 1.000 millones de euros en febrero de 200, con lo que el grupo italiano asumió el control del 92% de la compañía, por el que pagó 42.000 millones de euros, para unos años después vender el 22% del capital y quedarse con el 70%.
Durante su mandato, Prado ha compartido la gestión de Endesa con el histórico de la compañía Rafael Miranda, con Andrea Brentan, que salió en 2015 con una indemnización de 11 millones, y con José Bogas. Aunque su etapa en la eléctrica ha estado marcada por Fulvio Conti y Francesco Starace.
