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IAG es un valor a tener en cuenta, según Bank of America. Reitera su recomendación de 'compra' para el conglomerado aeronáutico español dado que, pese al aumento de los costes asociados principalmente al combustible, recuperará el 80% de su capacidad anterior a la crisis derivada por la pandemia en 2022. Pese a ello, reduce su precio objetivo desde 3 euros la acción a 2,70.
"La recuperación de IAG ha sido más lenta que la de sus competidores europeos como resultado de las restricciones de viaje más estrictas en el Reino Unido e Irlanda, dos de sus mayores mercados", sostienen los expertos de la entidad estadounidense.
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IAG, en zona de nadie: por debajo de los 1,60 euros volverían los fantasmasSin embargo, la relajación generalizada de las restricciones, como la apertura de fronteras de EEUU desde este lunes, sitúa a la compañía española en un buen lugar para la recuperación económica, con el aumento de los viajes de larga distancia, con una estructura de costes superior y un potencial aumento de la cuota del mercado transatlántico.
Pese al buen camino que le queda por recorrer, Bank of America recorta sus estimaciones sobre los resultados empresariales. "Reducimos nuestro EBIT de 2021 en un 16% hasta situarlo en línea con las previsiones, ya que prevemos mayores costes de 'handling', ruta y mantenimiento en el cuarto trimestre", explican.
El combustible es otro de los puntos débiles de la compañía. El aumento de sus costes ha llevado a la entidad americana a reducir un 10% el EBIT de 2022.
Asimismo, ha recortado el precio objetivo (PO) de la acción de IAG de 3 euros a 2,70. Esta estimación está por debajo de los niveles de 2019, aunque esperan una recuperación de cara a 2023-2024. "Los riesgos al alza para nuestro PO son una mejora significativa del contexto macroeconómico, una recuperación más rápida de la demanda en los viajes de larga distancia y corporativos, un entorno de menor capacidad de los competidores, movimientos a la baja en los precios del combustible y el cambio de divisas", argumentan.
En cuanto a los riesgos a la baja, se encuentran "un empeoramiento significativo del contexto macroeconómico, una recuperación más lenta de la demanda en los viajes de larga distancia y corporativos, un entorno de mayor capacidad de la competencia, movimientos al alza en los precios del combustible y el cambio de divisas".