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La parada de la producción del 737 MAX anunciada por Boeing puede ser algo más que un simple viento en contra temporal para la economía estadounidense. Las alarmas han saltado al otro lado del charco, porque la decisión de la compañía puede tener importantes efectos en la industria aeroespacial, lo que acabaría por afectar al crecimiento del PIB justo en un momento en el que la expansión parecía firme.
De hecho, la economía de EEUU se ha sacudido los temores de recesión y ha crecido un 2,1% en el tercer trimestre, por encima de lo previsto, aunque el bueno tono podría acabar. Boeing ha asegurado que suspenderá la producción de los aviones 737 MAX a partir de enero ante el retraso de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) en autorizar la vuelta de estos aparatos a las operaciones, que fueron paralizadas en marzo, tras el segundo accidente mortal de un avión de este modelo en apenas unos meses.
La decisión de la compañía ha caído como un jarro de agua fría entre los expertos, que auguran nuevas dificultades para el Producto Interior Bruto (PIB) del país, para el que hasta ahora había proyecciones estables después de que los riesgos mundiales se hayan reducido (la guerra comercial y el Brexit parecen haber dado un respiro). Según recoge Bloomberg, algunos apuntan que el impacto en el primer trimestre de 2020 será, como mucho, de un punto porcentual. Hace unos meses, después de que se bloqueasen los vuelos del 737 MAX, los analistas de JP Morgan estimaron que si se paralizaba la producción el PIB se reduciría en un 0,6% en el trimestre en el que ocurriese.
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Boeing anuncia que sus beneficios han caído por los accidentes del 737 MAXAhora, desde Capital Economics apuntan a que el PIB puede sufrir un impacto del 0,5% en los tres primeros meses del año próximo. Es más, los analistas de esta firma señalan que si el personal afectado es despedido, algo que Boeing ha negado que vaya a ocurrir, "existe el riesgo de que el daño sea aún peor".
No hay consenso sobre cuánto impactará la decisión de Boeing en la economía, pero sí en que lo hará. Aunque, en principio, no a largo plazo. Las reducciones podrían ser notorias en un breve periodo de tiempo, sobre todo en partidas como las exportaciones o en sectores como el manufacturero, aunque los expertos también recuerdan que la de EEUU es una economía de un tamaño de 21.500 billones de dólares, por lo que el golpe no durará demasiado. "Boeing es una gran empresa, un gran exportador, un gran fabricante, y este es su producto más importante, pero eso no mueve la aguja en el PIB de todo el año", ha asegurado Michael Feroli, economista jefe de JP Morgan en Nueva York. Es más, cree que es difícil para una compañía "dejar una huella duradera".
Como dice Capital Economics, hasta ahora los problemas de Boeing han sido "una parte importante de la ralentización de las exportaciones y de la inversión empresarial en los últimos trimestres, pero el impacto global en la economía ha sido modesto". Esta firma calcula que la paralización de la producción del 737 reducirá la producción de aviones comerciales en unos 25.000 millones de dólares anuales, un golpe que se sentirá "por completo" en el primer trimestre. Aunque también ven posible que la producción se reanude antes de que finalice el primer trimestre si la aprobación reglamentaria de la FAA llega a principios del próximo año.
Los expertos de London Capital Group creen, de hecho, que Boeing era "demasiado optimista sobre el regreso al servicio del 737" y que el retraso "perjudica las perspectivas de ventas futuras" de la compañía. Y en CMC Markets también ven "sorprendente" que la dirección del fabricante estadounidense "haya tardado tanto tiempo en aceptar esta realidad" y se haya empeñado en "presionar a los reguladores" para lograr el visto bueno cuando antes a los parches de software que han sacado para el MAX, algo que "no era probable que ocurriera".
EFECTOS EN LAS AEROLÍNEAS DE TODO EL MUNDO
En los últimos nueve meses Boeing ha construido más de 400 aviones del modelo 737 MAX que están aparcados en sus instalaciones. De hecho, en este tiempo los costes de producción, almacenamiento y mantenimiento se han incrementado rápidamente porque, aunque redujo su tasa de producción a 42 jets por mes, Boeing 'quemaba' unos 4.400 millones de dólares cada tres meses en estos gastos, según estimaciones del banco de inversión Jefferies. Ahora, con la detención de la producción, la fabricante estadounidense podrá ahorrarse la mitad de ese dinero.
Boeing dará prioridad a la entrega de esos 400 737 MAX que ya ha fabricado, según dijo este lunes. Eso sin olvidar que las aerolíneas de todo el mundo tienen más de 370 aparatos de este modelo parados (se trata de aviones que fueron entregados entre la introducción del 737 MAX en mayo de 2017 y el 'aterrizaje forzoso' en marzo de 2019 por los accidentes). Están estacionados en aeropuertos y almacenes a la espera de poder emprender el vuelo.
Los analistas estiman que Boeing tiene capacidad para entregar un máximo de 70 aviones a sus clientes por mes, lo que significa que tendría aparatos para cubrir casi seis meses, a la espera de la aprobación de la FAA, que no es probable que llegue hasta febrero y que podría retrasarse hasta marzo, según funcionarios estadounidenses citados por Reuters. Otros reguladores mundiales, incluidos los de Europa y China, han indicado que podrían tardar aún más en aprobar el regreso del avión.
En CMC Markets ven posible que la confianza de los consumidores en el avión empeore aún más y que no vuelva a volar nunca, lo que sería "un resultado catastrófico para una compañía que todavía tiene una cartera de pedidos de alrededor de 5.000 de estos aviones, aunque este no es un resultado que los inversores estén valorando". Al menos por el momento. Y es que las acciones de Boeing acumulan una subida del casi el 0,2% en lo que va de año y aún mantienen la confianza de los analistas. Según el consenso de FactSet, no hay recomendaciones de venta. El 48% aconseja comprar y el 52% mantener. Además, el precio objetivo de los títulos de la fabricante estadounidense se sitúa en los 389,87 dólares, muy por encima del precio actual de cotización.