La presidenta de Aviones Comerciales de Boeing, Stephanie Pope, ha anunciado que el fabricante aumentará de nuevo la producción de su avión 737 MAX en la segunda mitad del año, después de ralentizar la producción por el incidente del pasado 5 de enero.
En su primera comparecencia pública desde que asumió el cargo como parte de una reorganización en la compañía a principios de año, Pope ha asegurado que Boeing está experimentando una mejora en el flujo de producción de su 737, que "contribuirá a un aumento significativo de los índices de producción de su avión de pasajeros más importante".
"Nuestros clientes nos apoyan mucho", ha manifestado durante su presencia en el Salón Aeronáutico de Farnborough (Reino Unido), añadiendo que la empresa está haciendo un "cambio sistémico", según informa 'Bloomberg'.
Actualmente, la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos sigue muy implicada en Boeing, con inspectores del regulador todavía en sus fábricas.
En palabras de Pope, el plan de seguridad y calidad de 90 días que Boeing presentó a su regulador en respuesta a la inmovilización del Max "no es un plan de tres meses".
Por último, en su intervención junto a Pope en una sesión informativa previa al evento, el responsable de Defensa de Boeing, Ted Colbert, ha afirmado que la división sigue atravesando dificultades tras registrar beneficios en el primer trimestre.
"Los resultados serían más parecidos a los del tercer trimestre de 2023, dijo Colbert, cuando la unidad registró una pérdida de casi 1.000 millones de dólares", ha explicado.
