- -2,390$
- -1,35%
Boeing ha ampliado las inspecciones de sus aviones 787 Dreamliners después de encontrar un defecto de fabricación que no se había detectado inicialmente, según han informado funcionarios de la industria y el gobierno al The Wall Street Journal.
El problema se ha detectado en unos dispositivos recién producidos aunque ingenieros de Boeing y reguladores de la seguridad aérea de Estados Unidos están de acuerdo en que el problema no representa un peligro inminente para la seguridad.
La noticia no ha pasado desapercibida en el parqué neoyorkino y sus acciones se han ido desinflando después de una apertura claramente alcista. De hecho, a estas horas del lunes cotizan prácticamente planas, en torno a los 230 dólares.
Tras conocerse estas informaciones, es probable que la Administración Federal de Aviación acelere una investigación para estudiar si se cumplen las garantías de seguridad y así evitar nuevos defectos y fallos como los que se notificaron a principios de año.
Esto se produce después de que el sector de las aerolíneas haya empezado a recuperar la confianza en Boeing después de los problemas de seguridad que ha habido en torno a los 737 MAX. De hecho, a principios de noviembre Ryanair comunicó la compra de 75 nuevos aviones por valor de 7.000 millones de dólares.