La Confederación Española de Comercio (CEC) cree que, para el comercio de proximidad, “prolongar la duración de esta campaña (el Black Friday) supone un suicidio a largo plazo” ya que se traduce en una arbitrariedad en los precios, a la vez que desvirtúa las rebajas de invierno y debilita las ventas.
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Los bancos aprovechan el Black Friday para intentar ganar clientes: estas son sus ofertasRecuerda además que, entre los meses de noviembre y diciembre, muchos subsectores del comercio registran el 50-60% de su facturación anual, por lo que, de no acercarnos a cifras de años anteriores, podrá suponer el cierre de hasta el 50% de los comercios de proximidad.
En este sentido, la CEC considera que, si el Black Friday se circunscribiera realmente a 24 horas, podría resultar positivo de cara a dinamizar las ventas y aportar visibilidad al comercio; sin embargo, la realidad es que para muchas marcas y grandes cadenas, esta campaña arranca ya el día 11 de noviembre con el Día del Soltero, se prolonga con el Cyber Monday, enlaza con una ya debilitada campaña de Navidad y Reyes y culmina con las rebajas de invierno, dando lugar así a una auténtica maratón de descuentos que, ya resultaba insostenible en años anteriores y que en el contexto actual, puede suponer el cierre de muchos negocios.
A la caída de facturación, que alcanza el 50% en algunos subsectores del comercio respecto a 2019, se le suma ahora el aumento de gasto al que tienen que hacer frente muchos de ellos, con la devolución de los créditos ICO y la demora de impuestos. En estas circunstancias, “resulta imposible aguantar una situación de dos meses con descuentos permanentes" afirma Campo.