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Berkshire Hathaway, el holding que canaliza las inversiones de Warren Buffet, obtuvo un beneficio neto atribuido de 12.011 millones de dólares (10.403 millones de euros) en el segundo trimestre del año, lo que representa casi el triple que el resultado correspondiente al mismo periodo de 2017, aunque la entidad precisó que este incrementó respondió principalmente a un cambio en la normativa contable.
Debido a un cambio en los Principios De Contabilidad Generalmente Aceptados, la firma de inversión se ha visto obligada a contabilizar las plusvalías y pérdidas latentes de sus inversiones en valores, lo que ha supuesto una ganancia de unos 4.500 millones de dólares (3.898 millones de euros) en el segundo trimestre.
De este modo, Berkshire Hathaway ha advertido de que el volumen de pérdidas o ganancias de las inversiones realizadas en un trimestre dado "generalmente carece de sentido y ofrece cifras de beneficio por acción que pueden confundir a los inversores con poco o ningún conocimiento de las reglas contables".
Entre abril y junio, los ingresos del holding inversor de Warren Buffet sumaron 62.200 millones de dólares (53.865 millones de euros), un 8,6% más que un año antes, mientras que los gastos alcanzaron los 53.791 millones de dólares (46.591 millones de euros), un 4% por encima de la cifra correspondiente al segundo trimestre de 2017.
En concreto, los ingresos de Berkshire Hathaway en el segundo trimestre alcanzaron los 48.939 millones de dólares (42.381 millones de euros) en el negocio de seguros, un 7,7% más, mientras que la división de ferrocarriles y energía ingresó 10.895 millones de dólares (9.435 millones de euros), un 10,9% más, y en el negocio financiero la entidad elevó un 17,6% sus ingresos, hasta 2.366 millones de dólares (2.049 millones de euros).
En la primera mitad del año, Berkshire Hathaway obtuvo un beneficio neto atribuido de 10.873 millones de dólares (9.417 millones de euros), cifra que representa una mejora interanual del 30,6% en relación al primer semestre de 2017, mientras que los ingresos del vehículo inversor del tercer hombre más rico del mundo alcanzaron los 120.673 millones de dólares (104.520 millones de euros), un 0,8% menos.