- Mantiene su consejo de 'comprar'
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El pasado mes de septiembre, los expertos de Berenberg mejoraban su recomendación sobre Telefónica hasta 'comprar' desde 'mantener' debido al castigo que la operadora había sufrido en bolsa. Al mismo tiempo, elevaban su precio objetivo hasta los 11,50 euros desde los 10,1 euros, lo que suponía otorgar a la empresa un potencial del 30% desde los precios de cotización en ese momento. Entonces, estos analistas valoraban positivamente al nuevo equipo directivo de Telefónica y destacaban su "sólido flujo libre de caja". "La reducción del apalancamiento es una historia más creíble de lo que lo ha sido en al pasado", argumentaban estos expertos.
Este martes, sin embargo, Berenberg ha decidido dar un 'pequeño toque' a la operadora. Aunque mantiene su consejo de 'comprar', recorta ligeramente su precio objetivo hasta los 11,30 euros. Eso sí, más drástico ha sido a la hora de reducir sus previsiones de EBITDA en un 23% para 2018 y 2019 "a medida que actualizamos nuestro modelo para tener en cuenta un crecimiento de EBITDA más modesto el próximo año en Alemania, la revisión en las previsiones sobre las divisas y una mayor presión en márgenes en Chile y Perú, como se destacó en el tercer trimestre". Añaden estos expertos que sus previsiones de OCF (flujo de caja operativo) se reducen en un 4,5%.
En este informe, los citados analistas vuelven a referirse al "sólido flujo libre de caja" pero reconocen que está "silenciado por una historia ruidosa" y proceden a este recorte en sus estimaciones.
El año 2017 que está a punto de concluir no ha sido bueno para Telefónica. Los expertos de 'Bolsamanía' destacan que su goteo a la baja "no tiene fin" y avisan de que, a corto plazo, se debe vigilar el nivel de los 8,20 euros. "Lo realmente importante es que, desde que comenzó la corrección, los títulos se encuentran dibujando impecables máximos y mínimos decrecientes y así no se sube", apuntan estos analistas.
La reducción de su abultada deuda es el gran reto de Telefónica. Para ello, se sigue especulando con cuándo y cómo se deshará de su filial en Reino Unido (O2) e incluso se baraja un nuevo recorte del dividendo (aunque de momento la operadora ha dicho que no lo tocará y, además, esto no sería suficiente para reducir la deuda en la cantidad que se precisa). A esto se suma la presión sobre los precios debido a la competencia, otro de los aspectos que está pesando sobre Telefónica en los últimos tiempos. A este respecto, los expertos de Berenberg apuntaban en su informe de finales de septiembre que las preocupaciones en este sentido "son exageradas". "Telefónica puede responder a más competencia sin modificar radicalmente su estrategia", señalaban estos analistas.