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El fin del carbón, las dinámicas de precios de CO2 y el impulso de las energías renovables tanto en España como en el resto de Europa serán el motor de crecimiento de Iberdrola en los próximos años. Así lo consideran los analistas de Berenberg que en su último reporte han dado un repaso a la hoja de ruta de la energética hasta 2022 y ven claro que será una "clara beneficiaria" del carbón y los altos precios del CO2 gracias a su diversificación de negocio.

En concreto, Berenberg espera que el beneficio neto de Iberdrola supere el consenso y las previsiones de la compañía entre un 10% y 15% para el bienio 2020-2022. El objetivo de Ebitda de Iberdrola para 2022 está fijado en 11.750 millones, Berenberg apuesta por 11.909 millones. Sin embargo, por negocios, el de clientes y el de redes no alcanzarán el Ebitda marcado en el plan estratégico, apuntan los analistas.

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Según Berenberg, las previsiones alcistas del precio de los derechos de CO2 -que en un año han subido de 8 euros por tonelada a 23 euros, y las previsiones de los precios de la energía "impulsarán la rentabilidad de los 38TWh de producción hidráulica y nuclear doméstica".

Aun así, la exposición de Iberdrola "es de las más limitadas del sector", apuntan. Su previsión es que el precio de las materias primas sume 600 millones al Ebitda respecto al marco asumido por el mercado, "lo que nos lleva a considerar que el Ebitda y el beneficio neto se situará entre un 4% y un 9% por encima del consenso, respectivamente", indican los analistas.

Los expertos apuntan a que el precio del CO2 se elevará entre dos y tres veces en los próximos años, llegando a 65 euros por tonelada, pudiendo llegar a los 110 euros por tonelada para 2020. "Esto tendrá gran impacto en el precio de la energía y, por tanto, para los costes fijos de la generación", indica Berenberg.

Esta situación debería actuar como "un significativo viento de cola para energéticas integradas como Iberdrola dada su huella considerable en activos hidro y nucleares en la península Ibérica". Para 2022, "esperamos que la rentabilidad de estos activos crezca en 1.000 millones a un nivel de producción normal". Además, se espera que el cambio de la generación con carbón a gas también incremente la rentabilidad de sus ciclos combinados.

PREVISIÓN DE EBITDA MUY OPTIMISTA

Berenberg, sin embargo, muestra dudas con el objetivo de Ebitda de Iberdrola y señala como "motivo de preocupación" las metas que se ha marcado en el crecimiento del segmento retail. La eléctrica prevé llegar a 600 millones en el segmento comercial, pero los analistas estiman que se quedará en 400 millones. En su opinión, aunque las ventas crecerán en España y Reino Unido, el aumento de la competencia y el tope arancelario variable que aplicaría Reino Unido frenará el avance.

El cuanto al Ebitda del negocio de redes, que la energética fija en 1.000 millones hasta 2022, los analistas creen que sólo 760 millones están asegurados. “Si bien la meta de crecer un 6% en activos para 2022, las suposiciones de rendimiento nos parecen demasiado contundentes”, consideran los analistas de Berenberg. Pese a los vientos a favor que encontrará en este negocio, se topará con un freno que costará “440 millones debido a restricciones regulatorias en España y Reino Unido y el tipo de cambio”.

MÚSCULO RENOVABLE, EN FORMA

Los analistas respaldan, sin embargo, las previsiones para el negocio de renovables y creen que es posible superar el objetivo de 1.500 millones dada la coyuntura actual del carbón y los avances en política energética. "Esperamos que se supere ese objetivo en casi 200 millones, el 80% de los 7.100 MW que hay proyectados en eólica y solar están en construcción, con los retornos asegurados", afirma el análisis de Berenberg. "Una mejora en las políticas energéticas orientadas a la inversión en renovables en España y en el resto de Europa podría permitir un crecimiento incluso mejor, aunque esto no lo incluimos en nuestro pronóstico", agrega además de estimar un "impulso a la rentabilidad del parque hidro por encima de las previsiones".

El informe se refiere también al plan de recorte de costes con un objetivo de 300 millones. "El plan se apoya en la inversión en digitalización y ya han recogido gran parte de los frutos. Dado el buen desempeño, creemos que este objetivo se superará en unos 30 millones", estiman.

POCO MARGEN PARA SU ACCIÓN

A los analistas de Berenberg les gusta el negocio de Iberdrola. "Ofrece un crecimiento decente y uno de las carteras mejor diversificadas del sector ‘a prueba de futuro’", afirman en su último informe. Sin embargo, consideran que después de la subida que han registrado sus acciones en las últimas semanas, no quedaría mucho más recorrido: "los títulos han llegado a una valoración justa".

Berenberg fija un precio objetivo para Iberdrola de 7 euros por acción con recomendación ‘mantener’. Más optimistas son los analistas de HSBC, que lo ha elevado recientemente a 7,8 euros por acción, mientras que el precio promedio que le dan los analistas es de 7,42 euros.

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