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El beneficio neto de Mapfre al cierre de junio se situó en 271 millones de euros, un 27,7% inferior al obtenido entre enero y junio del año anterior. La aseguradora ha explicado que el resultado está "fuertemente impactado" por los siniestros del Covid-19 registrados en la Unidad de Reaseguro, cuyo coste bruto asciende a cerca de 87 millones de euros, así como por los terremotos en Puerto Rico (83 millones brutos) y la tormenta Gloria en España (22 millones brutos). En las unidades de seguro, el efecto del coronavirus se estima que sea neutro, con una disminución en la frecuencia de siniestros en automóviles, que compensa siniestros directos en decesos y salud, principalmente.
Los ingresos de Mapfre en los seis primeros meses de este año se situaron en 13.277 millones de euros, lo que supone un descenso del 11,8% respecto al mismo período del año anterior, en tanto que las primas cayeron un 12,3%, hasta los 10.983 millones. Este descenso se enmarca en un contexto de retroceso de actividad económica causada por la crisis del Covid-19 y agudizada durante todo el segundo trimestre del año, afectando a todos los países. Además, Mapfre destaca tres factores determinantes en la reducción de primas por importe de 1.546 millones de euros: el impacto de la devaluación de las monedas, sobre todo el real brasileño, que detrae, en su conjunto, 580 millones de euros en primas; la póliza de Pemex, de 445 millones de euros emitida en 2019; la reducción de primas de Vida-Ahorro, en España, de 412 millones de euros.
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La asegurado ha explicado que ha destinado 24 millones de euros a proteger a sus empleados y asegurar la continuidad del negocio, al tiempo que ha añadido que "todavía no es posible conocer el alcance real de esta crisis". Aun así, Mapfre ha precisado que la fortaleza del balance, sus altos niveles de capital y solvencia y su posición de liquidez y disponibilidad de financiación adicional permiten anticipar que el impacto será limitado para el grupo.
El ratio combinado del grupo al finalizar junio se sitúa en el 96,7%, +0,8 puntos porcentuales respecto a un año antes. El patrimonio neto se situó en 9.542 millones de euros, un 5,6% menos que a diciembre de 2019, mientras que los fondos propios ascendieron a 8.342 millones de euros, un 5,8% menos que en diciembre del año pasado. Los activos totales, por su parte, quedaron en 70.171 millones de euros, un 3,2% menos que al cierre de 2019, como consecuencia de la caída de los mercados bursátiles, la depreciación de las monedas y la reducción de la actividad.
En cuanto a las inversiones, al finalizar el semestre se situaron en 51.350 millones de euros, un 4,1% menos que en diciembre de 2019.
El ratio de solvencia a marzo de 2020 se situó en el 177,2%, con un 85,5% de capital de máxima calidad (nivel 1).
