Los inversores afrontan una agenda muy llena de eventos el próximo mes, en la que destacan especialmente las reuniones de los bancos centrales. El Banco Central Europeo (BCE) mantiene un encuentro de política monetaria el 10 de diciembre y Goldman Sachs espera que para esa fecha, "o un poco después", dé a conocer su decisión sobre el veto al pago de dividendos impuesto a los bancos europeos.
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El BCE decidió a finales del pasado mes de julio extender hasta el 1 de enero de 2021 su recomendación a la banca de no repartir dividendos y no efectuar recompras de acciones propias para preservar el capital de las entidades, aunque indicó que revisaría su posición al respecto a finales de 2020.
"Una prórroga a la actual 'prohibición total' sería algo gravemente negativo para el sector", advierten desde Goldman. "En cambio, podría producirse un 'levantamiento condicional' de la prohibición", prevén. En su opinión, el BCE hará de un "pase" exitoso de los test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus sigas en inglés) un elemento determinante "para el 'quantum' y el momento de la distribución del dividendo". En este sentido, Bank of America también cree que el Banco de Inglaterra está a punto de pasar de una prohibición general de los dividendos a una evaluación caso por caso.
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Los inversores 'afilan los cuchillos' para comprar bancos cuando vuelva el dividendoTres bancos son los mejor posicionados, en opinión de Goldman, de cara a esa retirada del veto del dividendo por parte del BCE: el francés BNP y los italianos Intesa Sanpaolo y UniCredit. Así, estos expertos elevan su consejo sobre Intesa hasta 'comprar' por las mayores perspectivas de rendimiento de capital.
"A lo largo de los años, Intesa ha mostrado una fortaleza récord de distribución (de dividendo) hasta 2020, cuando llegaron las restricciones del BCE. Nuestro análisis implica que Intesa podría devolver cerca del 56% de su capitalización de mercado en cinco años, con una 'pay out' del 75%", auguran estos analistas.
"La distribución de dividendo impulsará nuevamente la inversión" en los bancos, añaden desde la firma estadounidense.
Goldman Sachs reitera igualmente su consejo de 'compra' sobre UniCredit y recuerda que el banco italiano anunció antes de la pandemia que estaba listo para aumentar los rendimientos de capital a través del incremento del dividendo ordinario y extraordinario. El Covid ha supuesto un año sin retorno de capital significativo para la entidad. "Nuestro análisis sugiere que el banco podría permitirse su 'pay out' habitual del 50% en dividendos y la recompra de acciones, pero creemos que también podría ofrecer pagos extraordinarios, llevando la distribución total de capital al 62% de la capitalización de mercado hasta 2024", explican.
Para Goldman, el levantamiento del veto al dividendo es una consecuencia directa de la llegada de la vacuna contra el Covid-19. AstraZeneca anunció este lunes que la suya tiene una efectividad media contra el virus del 70%, mientras que Pfizer y BioNTech pidieron el viernes la aprobación de emergencia de la suya. Por su parte, Estados Unidos ha comunicado que comenzará a vacunar a partir del 11 de diciembre, mientras que en España se presenta este martes el plan de vacunación. Pedro Sánchez ha anticipado que espera que "una parte sustancial" de la población esté vacunada antes de julio del año que viene.
AUMENTA EL OPTIMISMO
Goldman Sachs se muestra claramente más optimista ahora de lo que lo era hace unos meses. En abril, con la pandemia en su punto álgido, la entidad reconocía que la normalidad en cuanto al pago del dividendo no volvería hasta 2023, antes de pasar por un periodo de ausencia de dividendos o dividendos bajos (2020-2021) y otro de recuperación (2022).
Ahora parece que la percepción ha cambiado con esa 'rápida' llegada de la vacuna, que ha aumentado el optimismo en todos los ámbitos.
El BCE hará del resultado de los test de estrés de la EBA un elemento determinante para decidir cuánto y cuándo volverá a pagar cada entidad
"Prevemos que (los bancos) no pagarán dividendos en 2020 dada la intervención de los supervisores. Esperamos que 2021 sea similar (10.700 millones de euros en dividendos), no por la acción supervisora sino, en gran medida, por el deprimido nivel de rentabilidad del sector. Estimamos una recuperación (49.600 millones de euros en dividendos) en 2022 y una normalización en 2023 (61.800 millones de euros)", explicaba entonces Goldman.
Para el periodo completo (2020-2023), la estimación del banco estadounidense era en abril, "a grandes rasgos", una caída del dividendo a la mitad en el conjunto de bancos europeos.
Los bancos quieren volver a pagar dividendos porque saben que es un reclamo fundamental para los accionistas. La junta de Banco Santander dio luz verde a finales del mes pasado a las propuestas de distribuir este año un dividendo en acciones (equivalente a 0,10 euros por acción), complementario a 2019, y de pagar un dividendo de 0,10 euros en efectivo en 2021, sujeto, eso sí, a la aprobación de las autoridades regulatorias. El banco reconocía que la caída en bolsa de la entidad (en el año se desploma un 34%) se debe en buena medida al impacto del Covid, pero también a la recomendación por parte del BCE de cancelar el pago del dividendo.
Bloomberg publicaba recientemente un artículo sobre la 'curiosa' situación de los bancos europeos, luchando para volver a pagar dividendo al tiempo que no paran de despedir a sus empleados. La banca europea supera los 75.000 despidos en 2020 y va camino de rebasar los aproximadamente 80.000 del año pasado.