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BBVA, imputado como persona jurídica en la causa penal que investiga su relación con el excomisario en prisión José Manuel Villarejo, ha salvado esta semana su primer escollo judicial. La entidad ha llegado a un acuerdo con Antonio Béjar, quien fuera presidente de Distrito Castellana Norte y directivo de BBVA hasta el pasado otoño, para poner fin a su conflicto judicial por despido improcedente. El banco salva así los muebles al tiempo que ve alejarse su responsabilidad como persona jurídica en la causa penal, pues el sumario del caso apunta, principalmente, a conductas individuales.
1,7 millones de euros le ha costado a la entidad superar este primer escollo. El exdirectivo, que no volverá a serlo ni de BBVA ni de otro banco al menos durante los próximos dos años, ha decidido dar un paso atrás y coger el pacto que le ha ofrecido el banco. Y eso que Béjar estaba dispuesto a llegar a juicio, aunque el banco quiso frenar este extremo ofreciéndole el viernes por primera vez un acuerdo económico, según informan fuentes conocedoras de la negociación.
Los Juzgados de lo Social de Madrid fueron testigos el pasado viernes de una tensa negociación entre los equipos legales de ambas partes después de que la jueza encargada del caso las exhortara a llegar a un acuerdo. Las negociaciones se alargaron durante más de dos horas y tuvieron como fruto un acuerdo económico por valor de 1,7 millones de euros sujeto a dos condiciones: pacto de no competencia y que Béjar no sea condenado con un año de prisión o más.
El banco, como ya contó Bolsamanía, achacaba a Béjar la destrucción de discos duros y CD que contenían información del banco, así como la comisión de “irregularidades” en la gestión de las contrataciones de Grupo Cenyt y un encuentro del exdirectivo con Villarejo cuando era cliente de la entidad, acusaciones todas ellas que el expresidente de DCN rechaza a pesar de haber logrado un acuerdo.
El pacto económico eliminó la necesidad de realizar una vista oral, algo que el banco quiso evitar en todo momento, de acuerdo con las mismas fuentes. La defensa de Béjar, sin embargo, estaba dispuesta a llegar adonde hiciera falta, pero conseguir una oferta satisfactoria por parte de BBVA lo impidió.
El banco, si se llegaba a juicio, tenía previsto llamar a declarar a los peritos de PwC que realizaron la auditoría forensic, mientras que la defensa de Béjar guardaba en la recámara a empleados del banco al tanto de las contrataciones de Cenyt, de acuerdo con fuentes jurídicas.
Con todo, la ausencia de juicio por acuerdo permite a BBVA salvar un primer escollo judicial, pues el proceso judicial termina aquí… salvo que una de las dos partes incumpla alguna de las condiciones del pacto.
EL SUMARIO
Paralelamente, estos días se ha ido conociendo el sumario del caso después de que el juez decidiera levantar el secreto, del que se desprende que las responsabilidades por la contratación de Cenyt fueron, principalmente, individuales. Y el nombre de su máximo responsable, Carlos Torres, no aparece por el mismo, algo que él mismo ya aventuró hace algunas semanas al afirmar: "No hay ninguna posibilidad de que yo tenga que ver con esos asuntos".
Las declaraciones y la ingente documentación aportadas al caso sacan a relucir esencialmente los nombres del propio Béjar, de Julio Corrochano, exresponsable de Seguridad del banco encargado de fichar a Cenyt, y de Francisco González, expresidente del banco al que algunos exdirectivos acusan de dar las órdenes para la contratación de la firma. Sea como fuere, la responsabilidad o no de estos directivos, al igual que la del banco como persona jurídica, la determinarán los jueces.