BBVA ha implantado un modelo de atención en Banca de Empresas que agiliza las respuestas a las necesidades financieras de las empresas multinacionales al llegar a nuevos mercados. El nuevo modelo 'Cross-Border' reduce hasta un 70% los requisitos para las aperturas de cuentas no residentes, acortando de manera significativa los plazos para la puesta en marcha de nuevas filiales.
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En concreto, la entidad pone a su disposición un modelo integral en 14 países en los que tiene presencia. Como explican, este modelo se apoya en tres grandes pilares, de los que se benefician tanto el grupo empresarial en su conjunto como cada una de sus sedes locales: la agilización de procesos y trámites, un extenso equipo humano y una amplia gama de soluciones tecnológicas y de información.
De esta manera, BBVA ofrece en exclusiva a sus clientes un proceso acelerado, 'Fast-Track', que reduce los plazos y la documentación necesaria para la apertura de cuenta de no residentes.
"Nuestro objetivo es que sientan que están operando con un único banco global en vez de trabajar con distintos bancos locales en cada país", ha señalado Carlos Espejo, responsable Global de Cross-Border, Banca de Empresas y Corporaciones en BBVA.
"Apostillas de la Haya, traducciones juradas o firma presencial son algunos de los requisitos habituales para expandirse a otros países, que hemos conseguido reducir en un 70% con nuestro servicio pionero de 'Fast-Track'". "De este modo, hemos acortado significativamente el tiempo necesario para que una empresa complete los trámites de puesta en marcha de una nueva filial, un proceso que en otras condiciones se puede llegar a extender un año", ha añadido.
Para agilizar la interlocución de las sedes entre los distintos países, el banco cuenta además con una red formada por más de 2.500 gestores de Banca de Empresas, que coordinan la actividad financiera de más de 120.000 filiales de grupos empresariales en Argentina, Bélgica, Colombia, España, Francia, Holanda, México, Perú, Portugal, Reino Unido, Rumania, Turquía, Uruguay y Venezuela.
La red se compone de tres figuras clave: un gestor global, que es el interlocutor principal del grupo empresarial, gestores locales en cada uno de los países en los que está presente la compañía, que trabajan mano a mano con el gestor global, y un coordinador internacional, especializado en necesidades transfronterizas.