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BBVA ganó 1.164 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que supone casi un 10% menos que en las mismas fechas del pasado ejercicio. La entidad achaca este descenso en sus ganancias a la necesidad de haber realizado mayores saneamientos en EEUU y Turquía. Sin tener en cuenta el negocio de BBVA Chile, cuya venta culminó la entidad el año pasado, el beneficio habría caído un 7,7%.
Por áreas de negocio, España aportó 345 millones de euros al resultado global (-14,7%), Estados Unidos 127 millones (-34,8%), México 627 millones (+10,6%), Turquía 142 millones (-29%), América del Sur 193 millones (+23%) y el resto de Eurasia otros 16 millones de euros (-66,9%).
El banco reexpresó el pasado trimestre sus cuentas, balances y ratios de América del Sur relativos a los tres primeros trimestres del ejercicio 2018 para recoger el impacto de la hiperinflación en Argentina y poder hacer la información comparable a la de 2019. El impacto se registró en el tercer trimestre del pasado ejercicio por primera vez, aunque tenía efectos contables desde el 1 de enero de 2018.
Todo a pesar de que la entidad aumentó todos sus márgenes. El margen de intereses creció un 3,1%, hasta 4.420 millones de euros (+5,8% sin Chile), mientras que el margen bruto lo hizo un 0,7%, hasta 6.069 millones de euros (+3,3% sin Chile). El banco vio decrecer sus comisiones netas un 1,8% en el primer trimestre del año, hasta alcanzar los 1.214 millones de euros.
El margen neto, por su parte, avanzó un 3,2%, hasta alcanzar los 3.147 millones (+10,2% sin Chile). Dentro de este epígrafe, los gastos de explotación crecieron un 1,1%, de forma que la ratio de eficiencia mejoró hasta el 48,1%.
En relación con el primer trimestre del anterior ejercicio, el deterioro de activos financieros no valorados a valor razonable aumentó un 27,2%, lo que impactó directamente en el beneficio de la entidad. Fue especialmente significativo el aumento en Estados Unidos (para clientes determinados de la cartera comercial y por mayor pase de fallidos a la cartera de consumo) y en Turquía (por el deterioro de carteras de clientes mayoristas).
Además de sus circunstancias concretas, ambas geografías se vieron afectadas por una actualización de sus escenarios macroeconómicos. España y México, sin embargo, registraron necesidades de provisiones más reducidas o similares a un año antes, respectivamente. Con todo, las provisiones aumentaron un 52,7% respecto al primer trimestre de 2018.
La tasa de mora del banco fue del 3,9% al cierre del primer trimestre, lo que implica una caída de 47 puntos básicos respecto al registro de los tres primeros meses del ejercicio anterior. Por su parte, la tasa de cobertura fue del 74% al cierre del trimestre, por encima del dato de un año antes.
La entidad registró una ratio de capital CET1 fully loaded del 11,3%, por debajo de las actuales exigencias del mercado. La ratio incluye el impacto de 11 puntos básicos por la aplicación de la normativa NIIF 16 que entró en vigor en 2019. Como consecuencia de la implantación de esta normativa, de la evolución de los tipos de cambio y del crecimiento de la actividad en economías emergentes, los activos ponderados por riesgo (APR) fully loaded se incrementaron en 12.368 millones.
SE DESPLOMA EL BENEFICIO EN TURQUÍA
La entidad vio caer su beneficio un 29% en Turquía, hasta los 142 millones de euros. A sus cuentas en el país, que está presente en Turquía a través de la participación del 49% en Garanti BBVA, le afectó el deterioro de activos financieros asociado al entorno.
Así, todos sus márgenes cayeron en este negocio. El margen de intereses lo hizo un 7,7%, el margen bruto un 11,3% y el margen neto un 10,9%. Sus comisiones netas en el país descendieron un 3,4%, hasta los 194 millones de euros.
