BBVA confía en que el resultado de las elecciones al Parlamento Europeo no afecte a la transición energética en la que se encuentra inmerso el Viejo Continente ni frene las inversiones verdes.
"No van a frenar la transición verde o energética, al contrario, confío en que se va a avanzar más. Europa tiene un camino enorme para no caer en la irrelevancia. Tiene que ser consciente que la unión hace la fuerza", ha afirmado Javier Rodríguez Soler, responsable global de sostenibilidad y CIB de BBVA en los Cursos de Verano de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.
Y es que ha puntualizado que "sólo en Europa, la Comisión Europea estima una inversión necesaria de 92.000 millones de euros en 'cleantech' entre 2023 y 2030. Teniendo en cuenta la inversión pública y la inversión actual privada nos lleva a una brecha de inversión estimada de 50.000 millones de euros, según Cleantech for Europe".
Durante su intervención también ha destacado que las políticas de ESG de BBVA "cuadran perfectamente dentro de la OPA. Sabadell es un bancazo, un gran ejemplo en empresas y en gestión de pymes".
En este sentido, ha vuelto a insistir en que la operación encaja con su "objetivo de crecimiento y beneficia a las sociedades en las que operamos, pero sobre todo a los clientes en general y a las empresas en particular, a los empleados y a los accionistas, pero los más beneficiados de todos serán los accionistas de Sabadell".
Rodríguez Soler ha puesto de manifiesto el compromiso del banco con las empresas españolas para afrontar su transición sostenible e internacionalización.
"Las empresas españolas tienen en BBVA un gran aliado para su transición sostenible e internacionalización. En BBVA apoyamos y acompañamos a nuestros clientes, no sólo a las grandes multinacionales, sino también a aquellas pequeñas y medianas empresas que necesitan un asesoramiento más específico que les ayude a seguir creciendo", ha detallado.
En este contexto, España tiene la oportunidad de convertirse en el hub europeo de 'clean tech', liderando la descarbonización gracias a la cantidad de recursos naturales, como el sol, lo que permite que el coste de electricidad ya sea inferior al de nuestros vecinos europeos.
Si se aprovecha esta oportunidad tendrá un impacto positivo en la creación de empleo."Se estima que, para 2030, se pueden generar más de 150.000 empleos en España si logramos aprovechar esta oportunidad gracias al desarrollo de energías renovables y la eficiencia energética", ha subrayado Rodríguez Soler, según el informe 'Industry and Energy Transition Hub' y análisis de McKinsey.
"Nuestra experiencia servirá para apoyar a las empresas españolas en el desarrollo de nuevos proyectos apoyando a todos nuestros clientes empresa con las capacidades desarrolladas en CIB", ha enfatizado.
La iniciativa clean tech de BBVA, lanzada hace un año, se centra en cuatro tecnologías seleccionadas como el hidrogeno y biocombustible, el almacenamiento de energía, movilidad y tecnologías de captura de carbono.
"BBVA desarrolla un modelo de negocios X-Border enfocado en acompañar a clientes en nuestras geografías ‘core’ como España, Mexico, Turquía, Perú o Colombia a otros paíes", ha indicado.
Para que esto sea posible se debe crear un entorno propicio a nivel regulatorio, donde la colaboración público-privada debe continuar, facilitando permisos rápidos con una ventanilla única.
"Alcanzar los objetivos de descarbonización requerirá además la creación de un entorno propicio", ha remarcado. Además, ha recalcado el papel crucial de las entidades financieras como intermediarios en la dinamización de la economía y la transición sostenible.
Para que las inversiones en descarbonización se materialicen, "es fundamental que los gobiernos creen un entorno propicio, dando certidumbre en la regulación climática y sectorial, garantizando incentivos adecuados, facilitando permisos rápidos y avanzando en la implementación de políticas de fijación de precios del carbono", ha concluido.