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El caso Bankia cambia de fase. El tribunal deberá acoger en la Audiencia Nacional, a partir del 17 de junio, a los peritos del caso, que llegan después de la comparecencia de medio centenar de testigos, algunos de los cuales han dado un vuelco al caso con sus revelaciones. Exbanqueros, exgestores, exrepresentantes de las autoridades y perjudicados por la salida a bolsa se han sometido a los interrogatorios de la Fiscalía, las acusaciones y las defensas.
Entre los testigos más mediáticos se encuentran los exbanqueros Francisco González (BBVA) e Isidre Fainé (La Caixa) y el exministro de Economía Luis de Guindos. Ambos dieron versiones completamente diferentes sobre las misteriosas cenas que mantuvieron como Emilio Botín y Rodrigo Rato y cómo se fraguó la dimisión del expresidente de Bankia, a pesar de estar obligados a decir la verdad.
Rato explicó que su salida del cargo de presidente, que se comunicó al mercado como una renuncia, se produjo tras la petición de González y De Guindos, un extremo que Fainé y el exministro negaron y que ha sido uno de los más comentados durante la fase testifical, a pesar de su poca relevancia en relación con el asunto central de la causa penal: la salida a bolsa de Bankia.
Otros de los testigos más mediáticos que debía aclarar un asunto adyacente a la cuestión principal es Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), así como Ceyla Pazarbasioglu, directora adjunta del organismo. Ambas debían aclarar si el Gobierno pidió al organismo que publicara un anticipo del informe que forzó el rescate. De Guindos lo negó en sede judicial, pero un informe del auditor del FMI desmiente su versión. Sin embargo, la declaración de Lagarde, que debía efectuarse por escrito, aún no ha llegado al tribunal, por lo que es posible que no se pueda contar con ella y nunca se aclare el asunto del informe del FMI.
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La misteriosa cena del cónclave financiero en la que se fraguó la renuncia de RatoDISTANCIAS EN EL BANCO DE ESPAÑA
El Banco de España ha sido el organismo más representado en la fase testifical. Inspectores, jefes y gobernadores han dado cuenta de su papel en la crisis de Bankia y han dejado patente la división que existe entre ellos.
Mientras que inspectores como Pedro Bravo, José Antonio Delgado, José Antonio Casaus, autor de los polémicos correos electrónicos a sus superiores sobre la inviabilidad de Bankia, han manifestado que la estructura de doble banco BFA-Bankia “podía tener problemas de futuro”, que el sip que dio lugar a Bankia fue una operación de “maquillaje del muerto” y que “BFA no cayó gracias a las ayudas públicas”.
Sus jefes, por el contrario, han defendido el papel de la inspección, recalcando que el Banco de España no forzó la creación del sip, como aseguró Rato y denostando por el camino los famosos correos electrónicos de Casaus a sus superiores. De ellos, han llegado a afirmar que contenían cálculos “muy básicos” y que eran “conjeturas” o “charlas de café”.
Miguel Ángel Fernández Ordóñez también tuvo su minuto de gloria al declarar que él solamente hizo “dos cositas” relacionadas con Bankia: convencer a José Luis Olivas para fusionar Bancaja con las otras seis cajas e integrar todas en el sip. Dos “cositas” que marcaron el destino de estas siete entidades.
También antiguos responsables de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dieron su versión de los hechos. Los expresidentes Julio Segura y Elvira Rodríguez, así como el exvicepresidente Fernando Restoy defendieron que el supervisor de los mercados no es el responsable de la veracidad de las cuentas de una entidad que sale a bolsa.
LOS MINORISTAS ACUSAN DE ESTAFA
Al margen de estas autoridades y exbanqueros, los perjudicados por la salida a bolsa de Bankia también tuvieron oportunidad de explicar su experiencia. Declararon sentirse “estafados” y “engañados” por la entidad y, particularmente, por los empleados de sus sucursales, que aprovecharon su confianza para venderles acciones de Bankia sin explicarles los riesgos.
Los peritos empezarán a comparecer a partir del próximo 17 de junio. Entre ellos se encuentran Antonio Busquets y Víctor Sánchez, los inspectores del Banco de España designados por Fernando Andreu, el juez instructor del caso, para el peritaje.