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El presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria.BCE

Los bancos españoles deben trasladar al Banco Central Europeo (BCE) sus planes sobre el pago de dividendos antes de este viernes, 15 de enero, según el plazo que marcó el supervisor europeo en su última reunión de diciembre, en la que levantó el veto al dividendo pero con determinadas restricciones.

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El BCE sigue recomendando máxima prudencia y pide que no se realice ningún tipo de distribución de dividendos ni ninguna recompra de acciones hasta, al menos, septiembre de 2021.

Sin embargó, ha permitido a las entidades hacerlo con un límite máximo del 15% de los beneficios netos acumulados entre 2019 y 2020 o 20 puntos superior a la ratio de capital CET1, debiendo escoger los bancos el porcentaje que sea menor.

Las entidades que decidan remunerar a sus accionistas tienen que ser rentables y tener robustas trayectorias de capital, según especificó el supervisor, que ha prohibido el reparto con cargo a los resultados de 2021 antes de que revise su recomendación el próximo mes de septiembre.

Los bancos deben notificar antes de mañana sus planes para el reparto de dividendos y no pueden hacerlos públicos al mercado hasta haber recibido respuesta del BCE, que comunicará formalmente las posibles preocupaciones que tenga sobre las políticas de dividendo que las entidades le hayan trasladado.

Antes de que el BCE anunciase las citadas restricciones en diciembre, el Santander había aprobado abonar un dividendo en efectivo de 0,10 euros en 2021, sujeto a la aprobación de los reguladores.

La entidad presidida por Ana Botín ha reiterado públicamente su deseo de pagar el dividendo anunciado, pues considera que tiene capital suficiente, si bien habrá que ver si el Santander espera a que finalicen las restricciones en septiembre o solicita al BCE realizar un abono antes de dicha fecha.

En cuanto a BBVA, los últimos mensajes de los directivos del banco apuntaban a su intención de reanudar el pago de dividendos en 2021. Tras conocer la última actualización de la recomendación sobre los dividendos del BCE, su presidente, Carlos Torres, recordó que el banco preveía, con el exceso de capital derivado de la venta de su filial en Estados Unidos, realizar una recompra relevante de acciones, adicional a la opción de repartir dividendos.

CaixaBank y Bankia anunciaron que no pagarían ningún dividendo antes de realizar su fusión, prevista para el primer trimestre de este año. Por ello, sería CaixaBank quien tendría que trasladar al BCE su política de dividendo, mientras que Bankia no solicitaría nada, pues en el momento de hacer una propuesta ya habría sido absorbida por la primera.

Antes de conocerse la nueva recomendación del supervisor, desde CaixaBank dejaron entrever que la nueva entidad podría repartir un dividendo en efectivo con cargo a 2020 tras ejecutarse la fusión. De ser así y decidir no esperar a septiembre, dicho reparto tendría que limitarse al 15% establecido por el BCE.

Por su parte, el consejero delegado de Banco Sabadell veía hace apenas un par de meses "prematuro" pronunciarse sobre si la entidad pagaría dividendo en 2021, pues esa decisión dependería de los resultados del banco y ser muy prudente.

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