Los inversores aprovecharon que los bancos españoles cotizaron sufrieron uno de sus peores años en bolsa en 2018 para entrar en estos valores. Las principales entidades aumentaron un 1,5% su número de accionistas, hasta sumar unos 6,11 millones en total.
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El banco que más ha visto incrementar el número de titulares de sus acciones es Unicaja, con un 8,5%. La entidad, que previsiblemente se fusionará con Liberbank este año, alcanzó los 16.941 accionistas al cierre de 2018, de acuerdo con su informe financiero del último trimestre del año pasado.
Los inversores han aprovechado la caída del 12% que experimentó el valor de Unicaja durante el pasado año, que cerró a un precio de 1,15 euros por título, para tomar posiciones. Y eso que el banco que preside Manuel Azuaga subió un 17% en una sola sesión poco antes de que finalizara el año, cuando la entidad confirmó que sus negociaciones con Liberbank para fusionarse estaban cogiendo forma.
También aprovecharon los inversores la debilidad bursátil de la banca en 2018 para entrar en Santander y BBVA, donde su número aumentó un 2,5% y un 1,2%, respectivamente. La entidad que preside Ana Botín se dejó un 30% de su valor en 2018, lo que animó a más de 100.000 accionistas a entrar en su capital.
BBVA, por su parte, cayó un 35% en bolsa en el año. La cotización de la entidad pagó la crisis de la divisa que el pasado verano hizo temblar a Turquía, donde el banco está presente a través de la participación de casi el 50% que mantiene en Garanti.
Bankinter y Sabadell, por su parte, sumaron un 0,4% y un 0,2% de accionistas, respectivamente. La primera entidad fue la que mejor comportamiento presentó de toda la banca española cotizada en 2018, con una caída del 11%, mientras que Sabadell acusó los problemas de la migración tecnológica de TSB, que en todo el año le supusieron un coste de unos 460 millones de euros.
CAIXABANK Y BANKIA REDUCEN ACCIONISTAS
Sin embargo, hay dos entidades que redujeron su número de accionistas en torno a un 3%. Por una parte, los propietarios de Bankia pasaron a ser 184.643 en 2018, de acuerdo con su informe financiero del año. La cotización de la entidad valía al cierre del año un 36% menos que al inicio, lo que llevó al Gobierno a decidir ampliar el plazo para su privatización total hasta 2021.
CaixaBank, por su parte, redujo sus accionistas en torno a un 3% en 2018, un año en el que la evolución de su cotización estuvo entre las mejores de la banca española, aunque dentro de los descensos. El suyo fue de un 19%.