• Busca socios para desprenderse de una cartera de activos tóxicos ligados al sector inmobiliario de 30.000 millones
  • Santander espera 'desenladrillar' el balance del Popular en los próximos 18 meses
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Ana Botín, presidente del Banco Santander.
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Banco Popular, el banco filial del grupo Santander, ha recomprado el 51% de las acciones de la inmobiliaria Aliseda por 180 millones de euros y supondrá para el Banco Popular un consumo de capital de aproximadamente 302 millones de euros. Se espera que esta adquisición esté finalizada en el tercer trimestre de este año, según ha comunicado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

El Popular vendió en 2013 el 51% de la gestora inmobiliaria a los fondos de capital riesgo Varde y Kennedy Wilson, en una operación que fue valorada en 815 millones de euros. El 49% de las acciones restantes está en manos de la entidad bancaria comprada por Santander. La operación ejecutada por la dirección comandada por aquel entonces por Ángel Ron supuso unas plusvalías de 710 millones de euros.

Además, la entidad que preside Rodrigo Echenique ha acordado dar comienzo al proceso de búsqueda de socios para desprenderse de una cartera de activos tóxicos ligados al sector inmobiliario por importe de 30.000 millones de euros, aproximadamente. Para este proceso, la entidad ha contratado como asesor Morgan Stanley.

Santander espera 'desenladrillar' el balance del Popular en los próximos 18 meses, ya que los riesgos vinculados a este negocio ascienden hasta los 36.800 millones de euros, incluidos 40.000 inmuebles. En las operaciones futuras, puede que la mayor socimi española Merlin Properties adquiera parte de los activos 'salvables' de Popular. Banco Santander es el máximo accionista de la socimi con un 22,3% de las acciones; Popular vendió sus 2,8% de acciones poco antes de la compra por parte del banco que preside Ana Patricia Botín.

Los criterios de elección de Popular para la venta de los activos inmobiliarios serán el precio y la experiencia en este tipo de operaciones del potencial comprador, así como también su capacidad de gestión y ejecución.

Según informó Popular, que opera como filial de Banco Santander hasta su integración en la entidad cántabra, el consejero independiente Pedro Pablo Villasante supervisará el proceso de desinversión inmobiliaria, velará por su transparencia y gestionará los posibles conflictos de interés, recoge Europa Press.

NORMALIDAD EN LAS OFICINAS

Por otro lado, el consejo de Popular ha supervisado la marcha del negocio del banco, así como también el nivel de servicio y atención a los clientes tras la resolución de la entidad y su posterior venta a Santander, constatando "el pleno restablecimiento de la normalidad en oficinas y otros centros de atención a clientes".

Asimismo, el órgano de dirección ha revisado las principales métricas financieras del banco y ha aprobado el inicio de la sustitución de distintos consejeros de entidades participadas por Banco Popular.

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