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Los grandes bancos españoles han seguido, pero solo en parte, los consejos del Banco de España. Han dado un impulso a su capital, sí, porque en el primer semestre del año las ratios CET1 fully loaded de las principales entidades del país ya se acercan al umbral del 12%, el que exige en estos momentos el mercado. Eso sí, los bancos no quieren ni oír hablar de cambiar su dividendo pese a las advertencias del regulador. Sus planes pasan por aumentar la solvencia, pero sin tocar el payout, que en la mayoría se sitúa en el 50%.

En un momento en el que las cotizaciones de los bancos van cuesta abajo en bolsa y sin catalizadores a la vista, es lógico que las entidades no quieran perder el gancho del dividendo para intentar retener a sus accionistas, a pesar de que el supervisor considere que eso perjudica a su capital.

De las seis entidades presentes en el Ibex 35, solamente Bankia bate el umbral del 12% y lo hace acercándose al siguiente escalón con 12,91%. La cifra es superior a la registrada el trimestre anterior (12,61%), aunque el banco que preside José Ignacio Goirigolzarri lleva ya varios meses por encima de la exigencia del mercado, dado que un año antes alcanzaba el 12,7%.

En la entidad no están inquietos por las advertencias del Banco de España sobre la relación entre el capital y el dividendo. El supervisor es cada día más cristalino respecto a la necesidad de que los bancos mantengan el payout, es decir, la parte de beneficio que dedican a retribuir al accionista, en un nivel “discreto” para evitar descuidar el capital.

Sin embargo, en Bankia tienen planes de distribuir 2.500 millones de euros a sus accionistas, incluidos 1.500 millones que irán a parar al FROB, en el marco de su plan estratégico, que abarca 2018, 2019 y 2020. Parte será con dividendo ordinario y parte con un extraordinario que vendrá del excedente del capital, que será reintegrado al accionista.

El cómo y el cuándo no se decidirá hasta noviembre, aunque en todo caso será en efectivo y no en acciones, según adelantaba hace unos días José Sevilla, su consejero delegado. El directivo se reunirá con el resto del consejo de administración en noviembre para decidir sobre el exceso de capital, cuyas ratios cree que "son más que prudentes". Actualmente, el payout de la entidad, es decir, la parte de beneficio que destina al dividendo, se sitúa en torno al 50%, en línea con el resto de grandes entidades.

DEFENSA DEL CAPITAL

Todas estas entidades defienden que tienen ratios de capital suficientes como para poder seguir pagando sus dividendos sin ponerlas en jaque. “Estamos en posición de tener un payout [el porcentaje de beneficio que se destina a dividendo] de entre el 40% y el 50%”, apuntaba la semana pasada el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, que cerró junio con una ratio de capital del 11,3%, superior en todo caso a la de un año antes.

En BBVA, que tiene una CET1 del 11,5%, por encima de la registrada un año antes (10,8%), tampoco hay planes de cambiar el dividendo. “Nuestra política de remuneración al accionista es clara, predecible y sostenible (...) mantenemos nuestra política y lo pagaremos al 100% en efectivo”, explicó Onur Genç, consejero delegado de la entidad, que tiene un payout cercano al 40%.

Sabadell, por su parte, tiene la meta de alcanzar un capital del 12% en 2020 como parte de su plan estratégico y ya se encuentra en el 11,2%. Jaime Guardiola, consejero delegado del banco, cree que aún es pronto para hablar de cambios en la política de dividendos, dado que será en el otoño cuando se reúna el consejo para valorarlo. El payout actual de la entidad que preside Josep Oliu se sitúa cercano al 40%, mientras que CaixaBank, por su parte, se marca un objetivo de distribución del dividendo superior al 50% en su plan estratégico 2019-2021.

En cuanto al más pequeño de estos bancos, Bankinter, defiende que tiene una política de distribución del dividendo “muy prudente” y que cuenta “con el plácet de los supervisores”. “Tenemos una sólida fortaleza a la hora de hacer crecer el capital de forma orgánica. Estamos muy cómodos con esta política y no nos planteamos cambiarla”, explicaron tanto la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, como su director financiero, Jacobo Díaz.

Bankinter reparte actualmente la mitad de sus beneficios a sus accionistas y en el último año ha logrado mantener su ratio de capital en el 11,5%, cerca del umbral que impone el mercado.

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