El Ayuntamiento de Sevilla y las asociaciones de taxistas de la ciudad han acordado pedir a la Junta de Andalucía que regule los vehículos de alquiler con conductor (VTC) y establezca la obligación de que contraten sus servicios con una antelación mínima de entre treinta minutos y una hora.
También reclaman que este tipo de vehículos, que dan servicios a plataformas como Uber y Cabify, tengan que regresar a su base después de realizar cada servicio.
Este es el acuerdo alcanzado en el grupo de trabajo formado por el Ayuntamiento y las principales asociaciones del taxi de Sevilla, como son la Unión Sevillana del Taxi, Solidaridad Hispalense del Taxi y Élite Taxi, según explicó el presidente de esta última formación, Pedro López, y confirmaron en fuentes del Consistorio.
Ambas partan han convenido proponer al nuevo Gobierno regional que desarrolle un Real Decreto Ley que estipule una antelación mínima de entre 30 y 60 minutos para contratar un coche de Uber o Cabify.
De esta forma, en virtud de esta nueva eventual regulación, cada municipio andaluz fijaría un tiempo mínimo dentro de esa horquilla.
También solicitarán que se obligue a las VTC a regresar a su base tras cada uno de los trayectos que realice, eliminar la geolocalización de vehículos de las aplicaciones digitales con las que se solicitan estos servicios y, por último, declarar al taxi como servicio "de interés general".
El acuerdo del taxi de Sevilla con su Ayuntamiento se alcanza en medio del paro indefinido que han secundado los taxistas en Barcelona y el que aún mantienen los de Madrid para reclamar medidas similares en las que se regulen las VTC en estos territorios.