Las autoridades de Estados Unidos quieren evitar la caída de First Republic Bank, por ello han decidido ponerse al frente de las negociaciones que buscan una salida de urgencia para la entidad, según informa 'Reuters'. Las acciones del banco han vuelto a desplomarse un 43,3% este viernes.
La Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal (Fed) están manteniendo conversaciones con varías compañías financieras para orquestar un rescate que eluda su cierre.
Esta participación gubernamental ha despertado el interés de varios bancos y firmas de capital privado, que han decidido unirse a la mesa de diálogo, en base a las informaciones de las fuentes.
La idea de que el Gobierno forme parte del rescate de First Republic no está clara, aunque su implicación ha molestado a los asesores del banco que también están trabajando en una solución con el sector privado.
JP Morgan, que ha estado actuando como banquero de la entidad y es el mayor prestamista de Estados Unidos, también está involucrado en las conversaciones, pero es probable que otras grandes instituciones también participen de alguna manera.
Tras la caída de Silicon Valley Bank, First Republic ha estado en el epicentro de la crisis bancaria y tras informar que había registrado salidas de 100.000 millones de dólares en depósitos en el primer trimestre, su viabilidad ha generado una mayor preocupación en el sector. De hecho, el precio de sus acciones ha caído desde entonces un 95%.
"Estamos comprometidos en discusiones con múltiples partes sobre nuestras opciones estratégicas mientras continuamos sirviendo a nuestros clientes", dijo el banco regional americano en un comunicado.
Las conversaciones en torno al banco siguen siendo tensas, y las fuentes advierten que no saben si finalmente se encontrará una solución, ya que las entidades son reacias a poner a sus accionistas en riesgo de pérdidas sin algún tipo de participación del gobierno.
Muchas de las opciones que están sobre la mesa, incluida la venta de activos o la creación de un "banco malo" que aísle sus activos sumergidos, hasta ahora no han logrado un acuerdo, a pesar de que la opción privada sigue siendo la que cuenta con mayores apoyos.
Los grandes bancos de EEUU ya inyectaron 30.000 millones de dólares en First Republic el mes pasado para evitar su quiebra.