Asos registró en los últimos cuatro meses de 2022 una caída del 3% en los ingresos. En cuanto a las perspectivas, las previsiones para el año se mantienen sin cambios, con la compañía esperando pérdidas en el primer semestre del ejercicio fiscal de 2023.
El minorista de moda online explica que esto se debe al escalonamiento habitual de los beneficios, a los efectos negativos de la inflación y a la anualización de las elevadas tasas de rentabilidad. Además, espera que estos factores adversos persistan en el segundo semestre de 2023.
Entre las divisiones, Europa ha sido la única que ha superado el consenso, con un aumento de las ventas del 6% interanual.
"Estamos acometiendo los cambios estratégicos y operativos necesarios, y nuestro objetivo ha pasado de priorizar el crecimiento de los ingresos a construir un negocio de moda más relevante y competitivo, con un enfoque disciplinado de la asignación de capital y el rendimiento de la inversión", ha señalado José Antonio Ramos Calamonte, consejero delegado de Asos.
"Hemos avanzado mucho en una serie de medidas para simplificar el negocio, como el reposicionamiento de nuestro perfil de inventario, la revisión de nuestro modelo operativo en nuestros principales mercados y la reducción de nuestra base de costes. Aunque queda mucho por hacer, estoy satisfecho con los progresos realizados en este periodo y confío en la dirección que estamos tomando. Mantenemos una amplia flexibilidad de balance y reiteramos nuestras expectativas para el ejercicio 23", ha añadido.
Para los expertos de Third Bridge, "las perspectivas de crecimiento de las ventas y los márgenes de Asos van a seguir siendo bastante difíciles en 2023. Especialmente porque muchos de sus clientes actuales están dispuestos a cambiar a productos de Asos de menor coste desde artículos más caros y de mayor margen". No obstante, creen que "la buena noticia para Asos es que los costes de su cadena de suministro deberían aliviarse este año a medida que los costes de envío desde Asia se normalicen lentamente."