- Una directiva europea impide desmontar elementos del vehículo
Todo vehículo se somete periódicamente a inspecciones en las ITV. Entre otras cosas, miden el grado de emisión de gases contaminantes. Y, sin embargo, estas pruebas eran incapaces por normativa de descubrir engaños similares a los que ha llevado a cabo Volkswagen.
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El fabricante alemán de coches, líder por producción en Europa, es protagonista esta semana a nivel mundial. Y no precisamente por ninguna innovación o lanzamiento. La firma alemana ha reconocido un fraude con 11 millones de vehículos por todo el mundo, después de que el Consejo Internacional para el Transporte Limpio (ICCT, por sus siglas en inglés) encargara hace dos años a un equipo de investigadores de la Universidad de Virginia Occidental pruebas a las emisiones de automóviles con motor diésel.
En el caso de los coches Diésel hay que señalar que en las Inspecciones de ITV está prohibido desmontar cualquier elemento del vehículo
“La hemos cagado totalmente”, reconoció el presidente de la compañía en Norteamérica, Michael Horn. Mientras que el futuro del CEO, Martin Winterkorn, está en el aire. Las acciones de la automovilística se desplomaron un 31,08% en las dos primeras sesiones de la semana en Londres.
Un escándalo sin precedentes y, sin embargo, hubiera sido imposible que alguna ITV en España identificara el software que detectaba automáticamente cuándo se estaba produciendo un control de contaminación en el vehículo, para poder entregar resultados engañosos.
“En el caso de los coches Diésel (son en los que se ha detectado el fraude) hay que señalar que en las Inspecciones de ITV está prohibido desmontar cualquier elemento del vehículo”, señala Enrique García, técnico de AECA-ITV, la patronal del sector. La directiva 2014/45/UE es la que impediría, así, desmontar piezas del coche y poder así descubrir el software de Volkswagen. “Esto imposibilita que a partir de una inspección se pueda detectar un fraude que se esté produciendo a través de la instalación de algún aparato dentro del vehículo, solo se detectarían aquellos fraudes que puedan ser delatados por algún ruido extraño que hiciera el coche o por cualquier elemento visual que resulte sospechoso”, añade.
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MEDICIÓN DE GASES
En la Comunidad de Madrid entre el 10% y el 20% de vehículos que son rechazados en el examen se debe a excesos de emisiones contaminantes
Si en primera instancia el técnico de la ITV no encuentra nada sospechoso en el coche, “se le pone la sonda al vehículo en el tubo de escape y se acelera el vehículo para que inicie la combustión y empiece a expulsar los gases a través del tubo de escape”, indica Enrique García
La sonda que capta las emisiones está conectada a un opacímetro, un aparato que capta las partículas en suspensión y, por lo tanto, la contaminación que produce el coche. “En caso de que el vehículo supere el límite establecido por ley a las emisiones contaminantes el vehículo no pasa la ITV. Cabe señalar que son varios los gases contaminantes y de efecto invernadero que salen del tubo de escape, pero dadas las directivas que se aplica solo son tenidos en cuenta el número de partículas en suspensión para decidir si un coche pasa o no la ITV”, explica el experto.
Esta prueba es vital para pasar la ITV, de hecho, en la Comunidad de Madrid entre el 10% y el 20% de vehículos que son rechazados en el examen se debe a excesos de emisiones contaminantes. Asimismo, a partir del pasado 1 de septiembre, se aplica la directiva Euro 6, que endurece aún más el reconocimiento.
¿Qué hacer si tengo un coche Volkswagen? Para los usuarios de vehículos de Volkswagen que tengan dudas sobre si su coche está incurriendo en el fraude que se ha destapado, la recomendación del técnico de la patronal de las ITV es ponerse en contacto con el fabricante “o acudiendo a un laboratorio que le haga una comprobación exhaustiva de su vehículo”.
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