Árima Real Estate ha obtenido un beneficio de 7,1 millones de euros en los primeros seis meses del año, lo que representa un alza del 180% respecto al mismo periodo del año pasado, debido al incremento del valor de sus activos tras el paso de la pandemia.
En concreto, la última valoración consistió en unos 293 millones de euros, un 6,1% superior a la realizada al cierre de 2020 y hasta un 15,5% respecto a la de junio del año pasado, cuando todas las compañías inmobiliarias se vieron fuertemente afectadas por la pérdida de valor de sus activos.
Esta cifra ha supuesto un 23% más que la inversión total realizada, así como un valor neto de patrimonio por acción de 11,15 euros, un aumento del 16% que el que tenía cuando salió a Bolsa, según ha informado la socimi a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Al no tener exposición al sector retail ni hotelero, las cuales han sido las dos industrias más afectadas por la crisis sanitaria, Árima ha continuado percibiendo el 100% de las rentas, que han ascendido en este periodo a 2,5 millones de euros, solo un 0,82% inferiores a los del año pasado.
La cartera de la compañía ha sumado actualmente 94.124 metros cuadrados de superficie bruta alquilable y 1.043 plazas de aparcamiento. Sus obras, han concentrado el 50% de su cartera, siguen adelante según lo previsto, a pesar del aumento del precio de las materias primas, con la previsión de sumar otros 40.000 metros antes de 2023.
En la primera mitad del año, la socimi ha conseguido también reducir los 'números rojos' de su resultado bruto de explotación (Ebitda) en un 45,7%, hasta situarse ahora en 689.000 euros negativos, mientras que su deuda neta ha caído hasta los 13,5 millones.
Respecto a este último punto, Árima se encuentra financiando toda su cartera con préstamos verdes a un coste medio del 1,7% y vencimiento de 7 años. Su posición de liquidez actual en efectivo es de 118 millones de euros, junto con otros activos líquidos equivalente.
La compañía se ha marcado como objetivo que el 100% de sus edificios reformados dispongan de la calificación energética A; el 100% de las zonas comunes de sus inmuebles se alimenten de energía renovable, y el 75% de su cartera disponga de estaciones de recarga para vehículos eléctricos.