La inversión tecnológica se ha convertido en un nuevo foco de tensión entre Estados Unidos y China. Este hecho está provocando la reacción de algunas big tech, como es el caso de Apple, que ha comenzado a diversificar su cadena de suministro hacia otras partes de Asia.
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India y Vietman son los grandes beneficiados en la nueva política de la compañía de Cupertino, según datos recopilados por Bloomberg sobre más de 370 proveedores.
No obstante, y aunque China todavía alberga la mayoría de las fábricas de dispositivos de Apple y seguirá siendo una parte integral de la cadena de suministro de la empresa, el cambio hacia una red de producción más amplia se está acelerando.
El crecimiento económico del gigante asiático y la subida de sus salarios ya empezó a empujar a las empresas a buscar nuevos puntos de fabricación. Una situación que ha cobrado fuerza en los últimos tiempos.
En 2012, ningún proveedor relacionado con Apple operaba en India; ahora, el país alberga 14 fábricas. De hecho, el nuevo iPhone 15 será el primer modelo que se enviará directamente desde India apenas unas semanas después de que comience a salir de las fábricas en China.
En Vietnam, por su parte, se ha cuadruplicado el número de empresas que ensamblan productos Apple durante la última década.
El cambio histórico promete crear millones de empleos. En el caso de Vietnam, la fuerza laboral en el ámbito de la electrónica alcanzó los 1,3 millones en junio de 2022. En India, el sector ha creado hasta un millón de empleos directos e indirectos desde 2018, según estima la Asociación India de Electrónica.
Sin embargo, esta diversificación también amenaza con hacer subir los precios de los nuevos modelos de alta gama de Apple, ya que el coste de su fabricación puede ser más elevado.
"El precio de los productos Apple podría aumentar para reflejar los costes potencialmente más altos" de la migración de la cadena de suministro, afirma Steven Tseng de Bloomberg Intelligence. "Dicho esto, es posible que tales aumentos no se reflejen completamente en los precios finales, ya que eso podría perjudicar la demanda del mercado".
Asimismo, dispersar la producción entre varios países (algunos de los cuales están muy por detrás de China en términos de infraestructura, disponibilidad de mano de obra y experiencia general en la cadena de suministro) aumenta el riesgo de retrasos en los envíos.
Sin embargo, la tecnológica es consciente de los problemas que conlleva seguir dependiendo excesivamente de China, por ello, los ensambladores que dominan la cadena de suministro de Apple, como Foxconn y Pegatron, están estudiando realizar importantes inversiones en India.
A principios de este año, el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, reiteró su compromiso de invertir en la nación más poblada del mundo durante una reunión con Narendra Modi.
El país ahora fabrica aproximadamente el 7% de todos los iPhones, triplicando la producción en el último año fiscal. En general, las exportaciones indias de productos electrónicos se han cuadruplicado desde 2018 hasta alcanzar los 24.000 millones de dólares el año pasado.
Todas las señales indican que esto es sólo el comienzo. Tata Group, el conglomerado más grande de la India, ha adquirido una fábrica de iPhone del ensamblador taiwanés Wistron, probablemente el primer paso en el esfuerzo de la empresa industrial por convertirse en un auténtico gigante de la electrónica.
En Vietnam, en los campos de arroz de Bac Giang, un complejo Foxconn de mil millones de dólares que se espera que eventualmente produzca MacBooks se está levantando en un terreno del tamaño de 93 campos de fútbol americano. Inversiones tan grandes crean un efecto dominó económico: la lista de Apple incluye 25 proveedores en el país, pero más de 300 subcontratistas también han abierto fábricas sólo en Bac Giang,
Empresas chinas como el fabricante de AirPods, GoerTek, y BYD Co., que opera una planta de ensamblaje de iPad, también se están expandiendo en el norte de Vietnam.
Todo este esfuerzo está teniendo el efecto deseado. La industria electrónica impulsó el 32% de las exportaciones de Vietnam el año pasado, aproximadamente el doble que hace una década.
"Económicamente, este es un motor de crecimiento potencial que ningún país puede permitirse el lujo de desaprovechar", comenta Sonal Varma, economista de Nomura Holdings, en declaraciones recogidas por Bloomberg. "Es una oportunidad única en la vida".