photo d archives le logo d apple est vu accroche a l entree du magasin d apple sur la 5e avenue a manhattan a new york

Era su gran asignatura pendiente... hasta ahora. La inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse en Apple. Y a pesar de que, en un primer momento, su estrategia no fue recibida con entusiasmo, tan solo un día después sus acciones se han disparado un 7,26% en Wall Street, hasta marcar máximos históricos en 207 dólares por título.

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"Creemos que el papel de la IA no es reemplazar a nuestros usuarios sino empoderarlos", dice Craig Federighi, jefe de software de la compañía.

La firma de Cupertino presentaba en sociedad a 'Apple Intelligence' durante su Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC, por sus siglas en inglés) y los inversores le han dado la bienvenida tras descubrir la apuesta de la empresa de la manzana para capitalizar el auge de la IA.

"Después de una WWDC que cumplió con los detalles clave en los que nos centramos antes del evento, tenemos una convicción aún mayor de que Apple está en la cúspide de una actualización de producto de varios años que respalda nuestra calificación de 'sobreponderar', el precio objetivo de 216 dólares y la valoración del caso alcista de 270 dólares", explican los estrategas de Morgan Stanley.

Estos expertos estiman que las características de IA de Apple posicionan fuertemente a la tecnológica con "el agente digital de consumo más diferenciado" y creen que las novedades impulsarán a los consumidores a actualizar sus iPhones, lo que debería "acelerar los ciclos de reemplazo de dispositivos".

Por su parte, desde Bank of America (BofA) también se han mostrado optimistas sobre los anuncios y destacan que las características conducirán a "un ciclo de actualización para IntelliPhones habilitados para IA".

El enfoque de la compañía es el de integrar la inteligencia artificial en tantas aplicaciones como sea posible, es decir, no se trata de un gran modelo, sino de una serie de modelos más pequeños que no requieren la misma cantidad de potencia informática y memoria y que se ejecutan en los propios dispositivos y chips de Apple.

Si la IA del teléfono no puede hacerlo, entonces Apple, o una aplicación que utilice las herramientas de Apple, recurrirá a la nube para acceder a un modelo de IA más grande. Para ello, se ha asociado con OpenAI, por ejemplo, para brindar a los usuarios acceso a ChatGPT si Siri no puede ofrecer una respuesta. Estas funciones entran en juego sólo si los usuarios lo permiten.

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