Las fatídicas jornadas que ha vivido Wall Street después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, avivase la guerra comercial también han pasado factura a Apple. El gigante tecnológico se dejó un 6,8% la semana pasada, unas perdidas que se han incrementado notablemente en la sesión de este lunes, lastrado también por una decisión del Tribunal Supremo, con un retroceso del 5,81%. En total, sus acciones se han desplomado un 12,33% en las últimas seis sesiones.
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Apple: los usuarios de iPhone podrán denunciar por monopolio en la App StoreAún así, los títulos siguen en positivo en el conjunto del año, con un repunte del 17,69%, aunque sin contar estas horrorosas sesiones, la subida sería superior al 34%. Habrá que estar pendiente en las próximas jornadas, porque la compañía se juega mucho en la guerra comercial.
Apple tiene la mayoría de sus cadenas de montaje para el iPhone en China. De momento, los aranceles impuestos por EEUU al país asiático solo han afectado a los circuitos eléctricos y a los chips, pero si la tensión comercial sigue en aumento, puede ser una de las empresas estadounidenses que salga peor parada.
El intercambio de imposiciones arancelarias entre ambas potencias castiga a Apple tanto en una dirección como en otra. Los gravámenes por parte estadounidense hacen que no sea tan rentable producir los teléfonos en China, mientras que los impuestos desde Pekín bajarían las ventas en Asia, un gran contratiempo para la compañía, que obtiene la quinta parte de su facturación en China, Hong Kong y Taiwán. De momento, los aranceles del 25% impuestos por China sobre 60.000 millones de dólares afectan a productos agrícolas y a los pedidos de Boeing.
La preocupación que tienen los inversores de Apple no es compartida por Donald Trump. El presidente estadounidense ya ha expresado en varias ocasiones que es China quien más se beneficia de Apple y que iba a obligar a la compañía a "fabricar sus malditos ordenadores en EEUU", como destacó hace tres años.
GOLPE JUDICIAL A APPLE
Desde que comenzó mayo, la compañía presidida por Tim Cook no gana para disgustos. Además de los últimos golpes de la guerra comercial, ha recibido un batacazo por parte del Tribunal Supremo de EEUU, que ha confirmado una decisión del Tribunal de Apelaciones en la que apuntaba que los usuarios de iPhone pueden demandar a Apple por presuntas prácticas monopolistas en la comercialización de aplicaciones a través de la App Store.
Desde la tecnológica alegaban que estas denuncias, que habían llevado a cabo cuatro usuarios, deberían estar dirigidas contra los vendedores de las aplicaciones, que son los que fijan los precios minoristas. Sin embargo, la justicia entiende que es Apple quien ha monopolizado ilegalmente el mercado de accesorios y aplicaciones.