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András Tombor, el alto ejecutivo detrás de Magyar Vagon, la empresa húngara que ha lanzado una oferta para comprar el 100% de Talgo por 619 millones de euros, ha defendido que la compañía solo tiene inversores húngaros y ha descartado influencias rusas o políticas.
En una rueda de prensa en Madrid, el directivo ha desmentido así uno de los argumentos que el Gobierno tiene para vetar la operación, ya que relacionan la empresa con inversores rusos, algo que permitiría denegar la operación tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
"No tenemos nada que ver con los rusos, antes teníamos una cooperación industrial con inversores rusos pero terminó con la guerra de Ucrania. Hay un proyecto que tenemos que acabar por imperativo legal, que terminaremos en el primer trimestre del año que viene", ha defendido.
Sin embargo, respecto a las acusaciones del Gobierno de tener nexos con la extrema derecha, Tambor ha evitado responder diciendo que no le importan los temas políticos. Magyar Vagon está participada por el Gobierno húngaro, en manos ahora del político de extrema derecha Víctor Orbán.
"Soy un empresario, no me importan los temas políticos y mi oferta tiene sentido para todas las partes, y esta es la única oportunidad de Talgo para recuperarse, es una oferta amistosa. Espero que todo el mundo se olvide de estos temas políticas, porque no creo que haya ninguna consideración política", ha señalado.
Tambor también ha asegurado que no tiene prisa para llevar a cabo esta operación y que tendrá en cuenta cualquier alternativa o propuesta que venga tanto desde el Gobierno como de otros inversores, como CriteriaCaixa.
"Talgo es una empresa española muy icónica y muy importante para los españoles. Nosotros también tenemos alguna empresa icónica y también las protegemos, por eso queremos hacerla más fuerte", ha defendido.
Su plan es ampliar la capacidad industrial de la compañía, de forma que sobrepase los 1.000 millones de euros de ingresos, y mantener su españolidad, así como sus fábricas en España.
En cuanto a la fecha límite actual para aprobar la operación, Tombor ha apuntado al 10 de agosto, si bien se trata de una fecha orientativa que puede seguir demorándose en función de los requerimientos del Gobierno. Por ahora, el directivo ha confirmado que aún no se ha reunido con el ministro de Transportes, Óscar Puente, quien se ha mostrado muy crítico con la oferta húngara.
"No he conocido a Puente, por eso creemos que tenemos que ser pacientes para dar tiempo a todo el mundo a que conozca los detalles de nuestra oferta. Estamos abiertos al diálogo tanto con Puente como con su equipo", ha añadido.
Preguntado por las alternativas que tiene Magyar Vagon en el caso de que el Gobierno acabe por denegar la operación, Tombor ha admitido que hay oportunidades legales para recurrir, aunque ha dicho que la empresa no está pensando ahora en ello, porque espera que la OPA salga adelante.