El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, ha urgido al Gobierno a acometer la prórroga automática de los ERTE por el Civid-19 hasta el 31 de diciembre ya que, a su juicio, es la única manera de “salvar 500.000 empleos y evitar pérdida de 200.000 empleadores”. Durante la cumbre empresarial que celebra la CEOE hasta el 25 de junio, también ha cargado contra una clase política que se ha mostrado, a su juicio, “alejada de la realidad social y económica” durante el confinamiento, a quienes ha pedido “medidas urgentes, realistas y ágiles”.
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El 95% de los autónomos ha resistido el envite de la crisis, ha referido, “aunque no sabe qué pasará mañana”, mientras que el 60% prevé que su facturación se reducirá a la mitad este año. Además, ha recordado que 800.000 autónomos han quedado fuera de cualquier tipo de ayuda, 200.000 familias, ha matizado. Al respecto, ha valorado como “buenas soluciones” los ERTE y el crédito, pero ha puntualizado que “las moratorias y aplazamientos no han sido un regalo ni se va a perdonar”, “la cuestión es cuándo podremos pagar”, ha subrayado.
Actualmente, “quedan 400.000 actividades paradas, es muy difícil mantener plantilla que se tenía el 29 de febrero”, por lo tanto ha seguido haciendo hincapié en prolongar los expedientes de regulación de empleo, ya que en las empresas “no se reincorpora a la plantilla por bonificaciones, sino cuando hay demanda de la actividad”. Por lo tanto ha afeado al Gobierno “ser cicatero con flexibilidad de los ERTE”. "Los políticos han demostrado que no han visto una empresa en su vida y no la entienden", ha sentenciado.
Durante la cumbre empresarial, amor también ha presentado un decálogo de recetas para la reconstrucción que pasa, en primer lugar por extender los expedientes de regulación de empleo, así como las prestaciones por el cese de actividad. Asimismo, entre otras medidas, ha pedido que "no se olvide el diálogo social para que no sea monólogo social", preparar un "escudo de liquidez para el otoño e invierno" y ha demandado "seguridad jurídica, confianza y estabilidad", así como un entorno fiscal adecuado en el ue no es momento de subir impuestos, al contrario, de bajarlos como otros países europeos.