- José Ferrer y José Luis Bonet mantienen sus acciones
Después de más de un año y medio de negociaciones, el control de Freixenet pasa a manos alemanas. La empresa vitícola, hasta ahora gobernada por las familias Hevia y Bonet, ha logrado formalizar un acuerdo con la empresa Henkell que sólo está pendiente de firma. Mediante esta transacción, el grupo alemán adquirirá el 50,7% del productor español de cava, han confirmado fuentes de la compañía española.
Ha adelantado esta información 'La Vanguardia', que asegura que la formalización del acuerdo de compra se firmará en Barcelona hoy mismo e indica que Henkell pagará por este porcentaje mayoritario de las acciones de Freixenet un total de 220 millones de euros.
La operación será posible después de que las familias Hevia y tres ramas de la familia Bonet hayan decidido aceptar la oferta de la compañía alemana, que lleva muchos meses intentando materializar esta adquisición. No obstante, el pasado mes de noviembre ya quedó prácticamente atada cuando la mayoría de accionistas aceptaron de forma preliminar la oferta de Henkell. Fuentes cercanas a la compañía explicaron que finalmente tres de los hermanos Bonet Ferrer, así como la familia del vicepresidente, Enrique Hevia, habían aceptado vender sus acciones al grupo alemán.
El presidente de honor del grupo cavista, José Ferrer, primer accionista con el 42% del capital, y José Luis Bonet, actual presidente de Freixenet, de la Fira de Barcelona y de la Cámara de España, han decidido por el momento no vender sus acciones.
Henkell, filial vinícola del grupo Dr. Oetker, la primera empresa que se interesó por la compra de la marca histórica de cava catalán, se ha llevado al final el gato al agua. Según informa Efe, valoraría la totalidad de Freixenet por debajo de 440 millones de euros, algo menos que los cálculos realizados por el grupo cavista. Freixenet tiene previsto emitir un comunicado con los detalles de la operación una vez se haya suscrito el acuerdo.
