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El anuncio que hizo Santander el martes por la noche (pasadas las diez) es algo negativo para el banco. Los analistas lo tienen claro, por mucho que lo comunicado no haya generado cambios en sus valoraciones ni vaya a impactar en la solvencia de la entidad. El banco ha revisado el fondo de comercio de su filial británica, Santander UK, lo que ha arrojado como resultado un deterioro de 1.500 millones de euros que impactará en el beneficio atribuido y se realizará en las cuentas del tercer trimestre de este año.
"No afecta a la valoración (del banco) ni al capital porque el calculo de capital bajo Basilea no incluye el fondo de comercio. Por eso las variaciones en el fondo de comercio no tienen impacto en valoración, porque las valoraciones se hacen normalmente sobre el valor contable tangible", explica un experto a Bolsamanía.
Al margen de esto, este analista recalca que lo anunciado por el banco es "claramente negativo". "La lectura es simplemente que han comprado muy caro la filial de Reino Unido. Han pagado 1.500 millones de más. Ahora se han dado cuenta de que el fondo de comercio no vale los 8.500 millones que pagaron en su momento", señala este analista.
"Es negativo para el accionista que el banco en el que está invertido tome decisiones de inversión caras, que haga apuestas que le salgan caras al accionista", insiste.
Según este experto, lo ocurrido no cambia las valoraciones sobre el banco pero sí "ensombrece la confianza del accionista en la capacidad del equipo gestor a la hora de tomar decisiones tan importantes como pueden ser operaciones corporativas". Asimismo, genera "dudas sobre si ha comprado también muy caro otras filiales con fondo de comercio".
A finales de 2017, Santander ya hizo un ajuste similar en fondo de comercio sobre su filial en Estados Unidos. "Cuando tienes varios ejercicios en los que la filial da beneficios muy por debajo de lo que habías proyectado, esto da lugar a una revisión a la baja del valor del fondo de comercio. La pregunta ahora es qué filiales que tienen un fondo de comercio significativo podrían estar dando retornos muy inferiores a lo proyectado en el momento de la adquisición", concluye este experto.
Las expectativas de Santander en Reino Unido se están viendo afectadas por la inestabilidad política ante un posible Brexit duro y por los cambios regulatorios que obligan a los bancos a separar los negocios de banca minorista y banca de inversión, que han provocado un aumento de costes. La medida anunciada por la entidad supone admitir una mayor dificultad para generar ingresos futuros y un reconocimiento de una disminución del valor patrimonial, insisten los expertos.