Las aerolíneas ven el cielo muy nublado. La sensación es que ni siquiera regalando los billetes van a conseguir recuperar parte de la demanda que han perdido por el temor al coronavirus. De momento, nadie ha jugado esta carta, pero lo cierto es que algunas compañías ya están tan desesperadas que han iniciado una guerra de precios para intentar robar a la competencia el máximo número de clientes.
El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, reconoció este martes que no se trata de un problema con los precios de los vuelos y que, en estos momentos, difícilmente se puede incentivar la demanda, aunque se vendan billetes a cinco euros. Se trata más de una falta de confianza que se ha instaurado en la sociedad, que tiene miedo a viajar mientras no haya una cura para el Covid-19.
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De hecho, la ocupación en los meses de verano se ha situado en torno al 60% frente a otros años, a pesar de que los precios han estado en niveles inferiores que en otras temporadas, en un intento por estimular el tránsito de pasajeros. Más concretamente, en agosto sólo voló un 30% de los viajeros que lo hicieron un año antes, mientras que en julio lo hizo el 24%. Además, junio no es un mes que pueda compararse interanualmente porque muchos países, como España, todavía se encontraban en confinamiento.
Aun así, algunas aerolíneas están haciendo lo imposible por llenar sus aviones, rebajando al máximo posible el precio de los billetes. Por ejemplo, Ryanair ofrece un millón de vuelos desde 5 euros, Iberia permite viajar por 20 euros a varios destinos nacionales y Vueling vende billetes a 12 euros para desplazarse a diferentes ciudades extranjeras.
Su intención no es engordar la cuenta de resultados, simplemente pretenden reducir los costes que les supone fletar un avión para minimizar las pérdidas a final de año. "El enfoque este año no es ganar dinero, sino optimizar pérdidas y recuperar la confianza de los consumidores", apuntó Gándara en un acto organizado para hacer balance del verano y realizar previsiones para lo que resta de 2020.
RUEGAN AL GOBIERNO MEDIDAS PARA DESAHOGAR SU SITUACIÓN FINANCIERA
Ya es 'vox populi' que la temporada estival ha sido nefasta y las previsiones para el invierno no son mucho más halagüeñas. Para septiembre y octubre, la expectativa de ALA es que la demanda no esté por encima del 30% respecto a los niveles del año pasado. En cuanto a noviembre y diciembre, no ha podido realizar unas estimaciones fiables, debido a la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia.
"Hemos logrado superar la campaña de verano, pero las perspectivas para esta temporada de invierno y de cierre de año alejan el horizonte de la recuperación", remarcaba Gándara. Por este motivo, desde el sector ruegan al Gobierno que tome medidas para paliar la situación financiera que viven las aerolíneas y evitar su quiebra.
La primera de sus peticiones se centra en la extensión de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Piden que se alarguen hasta la Semana Santa del próximo año, aunque se empiece a recuperar el número de pasajeros, porque todavía estarán inmersos "en un entorno de demanda volátil". Desde ALA también piden incentivar la llega de turistas con una bonificación de las tarifas aeroportuarias, como la tasa de pasajero o la de aterrizaje.
"Es necesario que se activen con urgencia medidas que respalden al sector para poder encarar la temporada de invierno ya no con tranquilidad, sino con la seguridad de que todos los actores estamos haciendo todo lo posible por reflotar uno de los sectores estratégicos para la economía española", exigió el presidente de ALA.
