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ACS ha colocado una emisión de bonos de 1.300 millones de dólares (unos 1.100 millones de euros) en Estados Unidos en el marco de la financiación diseñada para costear el proyecto de tren sin conductor que construirá el aeropuerto de Los Ángeles.
Los socios del consorcio contribuirán con una inyección de capital por unos 103 millones de dólares (87 millones de euros) más para finalizar las obras
Se trata del 'macrocontrato' que el grupo que preside Florentino Pérez logró junto con su filial Hochtief el pasado mes de enero para construir y explotar durante treinta años del nuevo sistema automático de transporte de viajeros del aeródromo. El proyecto está estimado en 1.950 millones de dólares (1.570 millones de euros) y el grupo espera que le reporte ingresos por 4.900 millones de dólares (4.156 millones de euros) durante todo el periodo de explotación.
La emisión de bonos, que registró una demanda siete veces superior a la oferta de títulos, costeará el grueso del proyecto. Su financiación se completa con un crédito bancario de 269 millones de dólares (unos 228 millones de euros) suscrito con los bancos CIBC, Mizuho, SMBC, Korea Development Bank y TD Bank.
Asimismo, el aeropuerto irá realizando pagos por un total de unos 1.000 millones de euros (unos 850 millones de euros) durante la construcción del tren, y los socios del consorcio contribuirán con una inyección de capital por unos 103 millones de dólares (87 millones de euros) adicionales al finalizar las obras.
ACS y sus socios recuperarán toda esta inversión y atenderán esta financiación en el proyecto cobrando un canon anual del aeropuerto durante los treinta años en los que posteriormente explotarán el sistema de transporte automático. Ello supone una cartera futura de ingresos por el referido importe de 4.900 millones de dólares (4.156 millones de euros) para todo el periodo de concesión.
El grupo se hizo con este 'macrocontrato' a través de un consorcio que lidera en un 40% en el caso de la construcción y del 36% en la concesión, y que completan la americana Fluor, la británica Balfour Beatty y el fabricante de trenes automáticos Bombardier.
SIMILAR AL TREN DE BARAJAS
Esta multinacional canadiense será la encargada de suministrar los 44 trenes con que se prestará el servicio, unos vehículos similares a los que operan en el de Madrid Barajas para unir la terminal T-4 con la terminal satélite. En concreto, el proyecto consiste en construir en el aeropuerto de Los Ángeles una línea ferroviaria elevada y de 3,6 kilómetros de longitud por la que circulará un tren automático sin conductor, que transportará a viajeros entre las terminales del aeropuerto, su aparcamiento y la parada de tranvía.
Este tren sin conductor, que debe estar listo en 2023, forma parte del plan de modernización del aeropuerto de Los Ángeles, el segundo mayor de Estados Unidos.
A este contrato, logrado en enero y firmado en abril, le han sucedido otros en este mercado en los últimos meses, como una línea de metro de Toronto y una presa en Canadá, con los que ACS refuerza la destacada presencia con que ya cuenta en Norteamérica, actual primer mercado de la compañía por ingresos. El grupo que preside Florentino Pérez ha logrado estos proyectos mientras en España está pendiente del cierre de la toma de Abertis también junto a su filial Hochtief y la italiana Atlantia.