Abengoa juega este miércoles un nuevo partido con los inversores. Su presidente ejecutivo, Gonzalo Urquijo, comunicará en qué situación patrimonial se encuentra Abengoa SA, que hasta ahora ha actuado como matriz del grupo y que se declaró hace unos días en preconcurso de acreedores.
El encuentro con los inversores llega, además, sólo un día después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) haga olvidar la opción de un regreso inmediato al mercado de la compañía sevillana. El supervisor considera que, de momento, no cotizará como mecanismo para proteger a los inversores.
El primer espada de la compañía se cita con el mercado con la previsión de marcar una nueva línea a seguir en su reestructuración después de asumir que su situación patrimonial sigue en negativo a la espera de materializar sus planes. La opción, que Abengoa SA deje de ser la cabecera del grupo al mismo tiempo que Abenewco 1 (que pilota la reestructuración) materialice la conversión de deuda por capital.
De hecho, la CNMV pone el foco en ese desequilibrio patrimonial, al recordar este martes que Abengoa "se encuentra en situación de patrimonio negativo, y por lo tanto en causa de disolución".
CUENTAS SIN AUDITAR
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Los minoritarios de Abengoa denuncian que el consejo quiere "forzar la disolución"Además, el organismo presidido por Sebastián Albella enfatiza que "la compañía sigue sin formular las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2019, que en consecuencia no han sido todavía auditadas" por su revisor, PwC.
Por ello, el supervisor ha asumido que, de momento, no se dan las condiciones adecuadas para cotizar. Los inversores, entiende la CNMV, viven con Abengoa una situación informativa incompleta y "extremadamente incierta". Una vez Abengoa aclare con más detalle sus planes y perspectivas, la CNMV podría levantar la suspensión de negociación.
En cuanto a los planes de futuro, la compañía asumía hace unas semanas que ha reducido sus expectativas de contratación para el ejercicio 2020. En España, porque el Estado de Alarma provocado por el coronavirus ha frenado los procesos de licitación pública. En el exterior, porque asume una paralización de la actividad económica en Oriente Medio, África y Sudamérica. "Como resultado", reconocía en su presentación a la CNMV, "la cifra de contratación para el ejercicio 2020 se ha visto reducida en un 42% respecto al anterior plan de viabilidad de 2019".