Otro 'día D' para Abengoa. El segundo y, previsiblemente, el último. La compañía sevillana se marcó este lunes 27 de julio como fecha tope para llegar a un acuerdo con sus acreedores que le permita evitar el concurso y la liquidación. De conseguirlo, será la segunda vez que se salve 'en el tiempo de descuento', tras prorrogar las negociaciones, en un plazo de sólo cinco años.
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Los principales tenedores de deuda de Abengoa, entre ellos Santander y el gigante de la inversión KKR, estarían dispuestos a ceder en sus pretensiones iniciales, según indican fuentes conocedoras de las negociaciones. Eso sí, aún es pronto para dar nada por cerrado. De hecho, los portavoces de la compañía no hacen valoraciones respecto a cómo avanza la recta final de la negociación.
Su primera prioridad es lograr una línea de financiación de 250 millones de euros por parte de la banca, que cuente con el aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO), previsiblemente a cinco años, y que permita a la empresa recuperar el oxígeno necesario para poder operar con relativa normalidad.
INCÓGNITAS
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La segunda, una línea de avales de 300 millones de euros que, de nuevo, contaría con el respaldo del Estado, pero esta vez a través de Cesce. En este caso, podría cubrir las necesidades del negocio hasta 2021. Además, queda por delimitar si la Junta de Andalucía tendrá algún papel en este rescate.
No es el único detalle por saber, también qué pasará con sus acreedores comerciales. Si estos aceptarán las propuestas de la compañía, como la opción de tomar parte en el cobro (si lo hay) de los arbitrajes internacionales que mantiene abiertos. Uno de ellos, con España, por el hachazo a las renovables de 2012 y que valora en más de 1.000 millones de euros.
De momento, lo que sigue congelada es la cotización de la compañía, en sus dos tipos de títulos. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la paralizó el pasado 14 de julio, a la espera de que anunciara un acuerdo y ante la visible volatilidad. Sin embargo, entonces, no hubo pacto. Ahora, dos semanas después, Abengoa se enfrenta la jornada clave, otra más, para definir su futuro.
