La suerte no está echada en Barcelona. A la fragmentación de la alcaldía de la capital catalana, tras los comicios municipales, se añade la amenaza de Manuel Valls de romper con Ciudadanos si hay pactos con Vox en Madrid y otras comunidades. La plataforma liderada por el ex primer ministro francés se partiría por la mitad y se llevaría el apoyo de los lobbys económicos catalanes que también presionan al PSC para que repita su matrimonio con la exalcaldesa, Ada Colau. Contaría con el beneplácito, precisamente, de Valls y sus tres regidores.
Todo vale en para lograr que no haya una alcaldía independentista. Los socialistas catalanes pretenden hacer honor a una de sus promesas de campaña y han arrancado la maquinaria de los pactos postelectorales para lograr la suma de regidores que se requiere en primera vuelta, 21. "Es el pleno del consistorio barcelonés quien elige al alcalde", ha recordado el candidato socialista, Jaume Collboni. Sus buenísimos resultados -ha doblado en regidores y cuenta con ocho- le han animado a "no descartar", como él mismo ha reconocido, robarle al republicano Ernest Maragall y a Colau la disputada vara.
"Uno de los escenarios probables es que haya un gobierno de izquierdas entre los socialistas y BComú", explica Ernesto M. Pascual, doctor en ciencia política y profesor de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC). Fuentes conocedoras comentan a Bolsamanía que las mismas élites económicas que aunaron fuerzas para apoyar la candidatura de Valls y que, a última hora, sonrieron a Collboni están trabajando para que el socialista olvide su expulsión del consistorio tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución en octubre de 2017. "Prefieren una alcaldía en manos de izquierdas y populismos que independentista", aseguran.
El candidato socialista, por el momento, encaja bien la propuesta, la incógnita es qué postura adoptarán Colau y el espacio de 'los comunes' ante esta tercera vía que se abre en la Ciudad Condal. Pascual subraya que BComú ha perdido votos en favor de los socialistas en distritos como el de 'Nou Barris', donde hay clases más desfavorecidas por lo que el electorado "ha primado el eje nacional sobre el social, apelando al voto útil frente a la combinatoria BComú-ERC".
Por lo tanto, no descarta que este espacio prime un gobierno socialdemócrata a uno independentista. Además, según fuentes conocedoras, la continuidad de Colau tampoco está decidida, ya que la exactivista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) podría dejar su puesto en BComú, lo que aún lubricaría más el acuerdo con el PSC. El partido ha cerrado filas con la ya exalcaldesa y ha remarcado que es un gran activo del espacio de izquierdas.
Pero los 18 regidores que suman comunes y socialistas necesitan tres apoyos extra. Precisamente los que agrupa un Valls divorciado de Ciudadanos. El antiguo socialista francés ha advertido al partido de Albert Rivera que cualquier coalición con la ultraderecha firmará el acta de defunción de su confluencia BCN Canvi-Cs. En tal caso, de los seis regidores que ha obtenido, sólo tres pertenecen a políticos del partido naranja. Los otros tres, además del suyo propio, son el antiguo alcalde de Cornellà del Llobregat, Celestino Corbacho, y la antigua senadora de Unió Eva Parera.
"Libre del veto de Ciudadanos a apoyar al PSOE, Valls podría muy bien blandir a su voluntad de que los independentistas no dominen el consistorio barcelonés y apoyar un hipotético maridaje entre los comunes y el PSC", considera el profesor de la UOC.
MARAGALL PLANTA CARA Y ESTÁ DISPUESTO A GOBERNAR EN SOLITARIO
A todo este runrún se ha añadido el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, quien ha dado un toque de atención a Maragall porque, a su juicio, se ha precipitado al erigirse como nuevo alcalde. Ha ganado pero "el independentismo no tiene mayoría", ha dicho y ha propuesto a los partidos buscar una alternativa.
Maragall, desde la victoria en regidores y votos ha anunciado este lunes que buscará contactar de forma "inmediata" con el candidato de JxCat, Quim Forn, y la aún alcaldesa, Ada Colau (BComú), para abordar la alcalde. En rueda de prensa, ha dicho que el mejor escenario sería "un gobierno municipal de amplio espectro" en el que hubiera miembros de ERC, JxCat y BComú, pero ha dicho que hoy por hoy es imposible porque JxCat y BComú se autoexcluyen, por lo que ha concluido que con toda probabilidad tendrá que gobernar en solitario.
Ha considerado "inverosímil" que pueda haber un pacto a tres bandas entre Colau, Collboni y Valls que le barre a él el paso a la Alcaldía de Barcelona, y ha concluido que estas tres formaciones son demasiado heterogéneas para ponerse de acuerdo.