El expresident catalán fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, confía en sentarse en su escaño en el Europarlamento el 2 julio. Lleva meses preparándose para pelear por el derecho ganado en las urnas de recoger sus credenciales como parlamentario sin enfrentarse a la Justicia española que juzga a los políticos soberanistas por el referéndum del 1 de octubre. Y no dudará en llevar el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para lograr que ratifique su inmunidad.
Noticia relacionada
Sánchez puede prescindir de Iglesias, y Casado se salva en el PP gracias a Madrid
El exlíder catalán ha arrasado en Catalunya en los comicios europeos y ha dejado el mapa del territorio completamente pintado de azul. Ha acaparado 946.370 votos, el 28,57%, que se han materializado en dos escaño, el suyo propio y el de Toni Comín. Le ha seguido el PSC que se ha hecho con el 22,1% de los sufragios, y ERC, que ha quedado en tercer lugar con el 21,18% y el eurodiputado Oriol Junqueras.
El cara a cara por la hegemonía del independentismo se ha saldado con un claro dominio de Puigdemont, que ha revalidado su figura como líder de los soberanistas. No obstante, algunos expertos hablan de empate, ya que en los comicios territoriales, tanto en las generales como en las municipales, han sido los republicanos quienes se han impuesto sobre los neoconvergentes.
"El resultado europeo cose las costuras del Govern, que aguantará hasta la sentencia del Tribunal Supremo por el juicio del procés", comentan fuentes próximas, a Bolsamanía y reafirman a Puigdemont y la fórmula Junts per Catalunya, lo que diluye al PDeCAT. Los díscolos del partido de Puigdemont y el catalanismo de derechas que hace tiempo que busca reconstruirse también tendrán que esperar una mejor ocasión.
El foco ahora vira hacia la cuestión de si el expresident acudirá o no a Madrid a recoger sus credenciales. Con la espada de Damocles de una segura detención si vuelve a España sobre su cabeza, los siguientes pasos que dé el eurodiputado electo "se supeditan a la cuestión sobre su inmunidad", explica Ernesto M. Pascual, doctor en ciencia política y profesor de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC). "Puigdemont no volverá hasta tener garantías de que le protege la inmunidad parlamentaria", asegura.
La estrategia del político catalán, capitaneada por el abogado Gonzalo Boye, se orientará a lograr que el TJUE certifique que "la inmunidad parlamentaria entra en vigor inmediatamente después de las elecciones y no cuando recoja el acta de parlamentario en Madrid", agrega el profesor de la UOC. Puigdemont defiende este extremo, aunque la Cámara europea ha insistido en que primero se debe tomar posesión del cargo, para lo que debe superar el trámite de recoger sus credenciales en la sede de la Junta Electoral Central (JEC).
CÓMO ES EL PROCESO DE RECOGIDA DEL ACTA
La batalla no será fácil, el Parlamento Europeo ha dejado clara su postura: aunque los comicios son de la UE la legislación que los rige es la nacional. Por ello, la normativa es la misma que se aplica en unas elecciones al Congreso o al Senado. Además, según un documento extraoficial del Europarlamento, la inmunidad se adquiere tras la sesión constitutiva de la Cámara continental, el 2 de julio.
La cuestión deberá resolverse en Luxemburgo en poco menos de un mes y medio, ante lo que Pascual augura que el recurso y el veredicto sobre el mismo "llegará rápido". Antes, la JEC dispone de veinte días para recontar los votos, repartir escaños y proclamar a los candidatos electos. Después, el acta debe jurarse en los siguientes cinco días y se declararán vacantes aquellos asientos de los futuros eurodiputados que eludan la cita, lo que conlleva que no podrán disfrutar de los privilegios del cargo, entre ellos la inmunidad.
Llegados a este punto, se plantea la cuestión de si debe ser el mismo Puigdemont quién recoja el acta. La JEC indica que no es necesario hacerlo en persona, pero sí es requisito indispensable jurar la Constitución y debe se presencial ante el organismo electoral. Boye discrepa y, en declaraciones a 'El País', ha explicado que este formalismo es "contrario a las normas de la UE".
Los escenarios pasan porque acuda a Madrid, sea detenido y trabaje por lograr su libertad en base a su supuesta inmunidad o porque trate de obtener las credenciales desde Bélgica. De lograr su objetivo, el político podrá moverse por toda Europa amparado por su condición de eurodiputado, incluso en España. Por último, cabe la posibilidad de que el Tribunal Supremo solicite que se retiren sus prerrogativas.