Las elecciones generales dejan un escenario muy distinto al que deseaba el mercado (un Gobierno PP-Ciudadanos, con o sin Vox) pero no tan malo como el que había antes de los comicios, porque el PSOE tiene varias opciones para formar un Gobierno estable sin depender de los independentistas. Y la estabilidad es lo que le gusta a los inversores. La opción más probable es un Ejecutivo con Unidas Podemos (incluyendo En Comú Podem y Compromís), apoyado de forma estable o puntual por el PNV, Coalición Canaria y el Partido Regionalista de Cantabria.
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El PSOE ha sido el ganador de las elecciones y alcanza 123 escaños, con un apoyo del 28,7% de los electores. La suma de los partidos de centro-derecha se ha quedado muy lejos de poder formar un Gobierno.
El PP ha sufrido una caída histórica, al bajar de 137 a 66 diputados con un 16,7% del voto. En tercer lugar, ha quedado Ciudadanos, con un 15,9% de papeletas y 57 escaños, seguido de Unidas Podemos, que baja al cuarto puesto, con un 12% de apoyos y 35 escaños. Por último, Vox se estrena en el Congreso en la quinta posición pero muy lejos de las expectativas que había generado: el 10,2% de los votos y 24 diputados.
Eso significa que el PSOE no podría gobernar solo con el apoyo de Unidas Podemos, ya que la suma se quedaría en 165 escaños si incluimos a En Comú Podem, que obtiene 7 asientos, y Compromís, que salva uno. Por tanto, puede gobernar si obtiene el apoyo estable o puntual de la suma del PNV, que alcanza 6 escaños, Coalición Canaria (2) y el Partido Regionalista de Cantabria de Miguel Ángel Revilla (1).
Es decir, no necesitaría el apoyo de necesitaría el apoyo -ni siquiera la abstención, en principio- de Esquerra Republicana de Catalunya, a pesar de su histórica victoria en su comunidad con 15 diputados. Tampoco le haría falta la ayuda de Junts per Catalunya de Puigdemont (7). Ni siquiera de Bildu, que cosecha 4 escaños. Aunque, en caso de necesidad, podría buscar su apoyo como en la moción de censura.
UN PACTO CON CIUDADANOS, MUY POCO PROBABLE
Pedro Sánchez tiene otra alternativa que sería la preferida de los mercados ante la derrota del centro-derecha: un pacto con Ciudadanos. La militancia socialista coreaba "Con Rivera, no", por lo que no parece que sea una salida factible, pero el presidente del Gobierno en funciones no cerró la puerta del todo.
Porque lo que ha sido imposible es un Gobierno del bloque de derechas, debido al batacazo del PP. La suma del partido de Pablo Casado (que no piensa dimitir), Ciudadanos y Vox se quedan en 149 diputados si incluimos los dos de Navarra Suma (la coalición de UPN, PP y Ciudadanos en esa comunidad).
