La posible abstención de ERC ha ganado este jueves enteros como fórmula más factible para que el socialista Pedro Sánchez supere su investidura en el Congreso, aunque sea en segunda votación, donde sólo se requieren más votos a favor que en contra.
La sintonía en temáticas sociales y la voluntad de diálogo exhibidas tanto por la 'número dos' del PSOE, Adriana Lastra, como por el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, tras un encuentro en el Congreso de los Diputados han generado expectativas en torno a la disposición inicial de los republicanos a permitir con su abstención que la investidura prospere.
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Lastra ha recordado que ambas formaciones comparten una "agenda social" y que, en este año en el que Sánchez lleva al frente del Gobierno, ERC ha votado a favor de la práctica totalidad de los decretos leyes presentados por el Ejecutivo. También es cierto, eso sí, que fueron los republicanos quienes, junto con el PDeCAT, tumbaron el proyecto de Presupuestos de Sánchez que propició el adelanto electoral.
NO SE ESPERA EL VOTO A FAVOR
Con Unidas Podemos y ERC, los socialistas sumarían 180 escaños con los que rebasarían la mayoría absoluta necesaria para la investidura en la primera votación y para sacar adelante después leyes orgánicas de carácter netamente social. Sin embargo, ese escenario no se considera realista dado el conflicto político catalán y el juicio del procés.
Ahora bien, Rufián ha abierto la puerta a la posibilidad de una abstención de ERC, si bien ha advertido de que este gesto no sería en ningún caso un cheque en blanco al Gobierno de Sánchez, sino que exigiría diálogo.
El PSOE tiene ya firmado el apoyo del diputado del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y, si amarra también los 42 votos de Unidas Podemos y el de Compromís, ambos socios de gobierno en la Comunidad Valenciana, Pedro Sánchez sumaría 167 votos a favor. Esta cifra más la abstención de ERC ya le permitiría superar la investidura en segunda votación, donde sólo precisa más votos a favor que en contra.
En todo caso, Pedro Sánchez puede llegar a los 173 votos a favor si recaba además el apoyo del PNV, partido con el que los socialistas ya han pactado gobernar las capitales y diputaciones vascas.
Concluida la ronda de contactos, el PSOE ya tiene asegurados 147 votos en contra del PP, Ciudadanos y Vox, a los que habría que añadir los dos de Coalición Canaria, que no piensan facilitar ningún acuerdo de gobierno o de programa en el que esté Podemos.
OTROS ESCENARIOS NUMÉRICAMENTE POSIBLES
Además de la abstención de ERC, el líder del PSOE tiene encima de la mesa otras opciones para sacar adelante la investidura. También le valdría con la abstención de los dos diputados de UPN, que exigen como contrapartida que los socialistas navarros renuncien a intentar gobernar la comunidad con la abstención de Bildu y dejen que lo haga la coalición de derechas Navarra Suma, que forman UPN, PP y Ciudadanos.
Lastra ha reiterado este jueves que la líder de los socialistas navarros, María Chivite, tiene "toda la legitimidad para presentarse" a la investidura como presidenta del Gobierno de Navarra. Si bien la semana pasada, tanto la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, como el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, daban pábulo a la opción de dejar permitir gobernar a Navarra Suma a cambio de la colaboración de UPN en la investidura.
Aunque esta vía no está del todo cerrada, ha perdido peso y el propio presidente de UPN, Javier Esparza, ha dejado claro este jueves en rueda de prensa que si la investidura del socialista Pedro Sánchez depende de los independentistas es porque el PSOE así lo ha querido.
Además, para lograr ser investido presidente con la abstención de UPN y pese al voto en contra de todos los independentistas, Pedro Sánchez necesitaría que Junts per Catalunya (JxCat) no sustituyese a los tres diputados que siguen suspendidos y que no pueden votar (Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull). Sin ellos, los votos en contra no doblegarían a los 173 votos a favor que espera el PSOE, pero si son relevados, aunque fuera en el último momento antes de la segunda votación, Sánchez sería derrotado.
La portavoz de Junts, Laura Borràs, ha apuntado este jueves que su formación no tiene intención de sustituir a los tres diputados presos, si bien los socialistas han dejado ver su escepticismo sobre la vigencia de las decisiones de la formación de Carles Puigdemontol.
Y en ese escenario con sólo cuatro votos de Junts, el PSOE tendría una última opción para que Sánchez fuera investido en segunda vuelta: la abstención de los cuatro diputados de Bildu. Eso sí, es una fórmula sin explorar, dado que no ha habido, ni están previstos, contactos con la formación abertzale, y que tampoco parece previsible dado que se espera que su voto no difiera mucho de los independentistas catalanes.