juicio proces portada

La inminente sentencia del procés ha espoleado el debate en las filas independentistas de qué respuesta política exigirán al futuro Gobierno. El soberanismo da por hecha una condena, muy probablemente de gran dureza, por lo que barajan que los líderes del 1-O puedan ser liberados por mano del próximo inquilino de La Moncloa. Descartado el indulto entre los soberanistas, ya que implica reconocimiento de culpa, los partidos asumen que la única salida es una amnistía, que emule la de 1977 y haga borrón y cuenta nueva.

La repetición de elecciones ha colocado la campaña del 10N pocos días después de que el Tribunal Supremo haga público su dictamen sobre el juicio a los políticos que impulsaron el referéndum de 2017, que se espera a mediados de octubre, y formaciones como ERC y Junts per Catalunya sopesan incluir en su programa electoral la petición de este perdón. Eso sí, según fuentes parlamentarias, no van a exigir esta condición a cambio de una hipotética nueva investidura de Pedro Sánchez.

El ordenamiento jurídico español, no obstante, sólo contempla el indulto y la única amnistía que se ha producido es la de 1977. "Incluía la amnistía de los presos políticos, así como un amplio espectro de delitos que incluían actos políticos, rebelión, sedición —incluidos los delitos y faltas cometidos a consecuencia de ambas— y denegación de auxilio cometidos antes del día 15 de diciembre de 1976. Fue​ Puesta en vigor en plena transición a la democracia, su objetivo era eliminar algunos efectos jurídicos que pudieran hacer peligrar la consolidación del nuevo régimen", explican fuentes jurídicas.

Así las cosas, el tipo de intervención que plantean los separatistas para que los políticos presos abandonen la cárcel es "ilegal" actualmente, agregan. Así lo ha avisado también el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, quien considera que “no se dan las condiciones” para articular una posible ley de amnistía. Desde el socialismo insisten en que “una amnistía equivale al olvido, a decir que no ha pasado nada porque las leyes que había en esos momentos no eran justas. Y no se dan esas circunstancias”.

Pero el independentismo no se va a quedar de brazos cruzados una vez se conozca la condena y se preparan para el peor escenario: "el de la desproporción de las penas", señala Jordi Pacheco i Canals, decano del Colegio de Politólogos de Catalunya. Especialmente para "capitalizar la corriente de simpatía que puedan generar hacia el soberanismo" y darle impulso también a sus candidaturas con la petición de una reedición del gesto que se hizo después del franquismo.

El primero en plantear este extremo fue la CUP, para quien va de la mano del "derecho a la autodeterminación". Líderes de ERC se han hecho eco también de este camino como el único posible, tanto para "los soberanistas como para el resto de fuerzas políticas estatales", comentaba Joan Tardà la semana pasada desde su cuenta de Twitter. "Nadie se escapará a ello", insistía. Con todo, ni los republicanos ni los exconvergentes apretarán las tuercas en campaña, a pesar de que reconocen que "la libertad de los presos" será uno de los grandes temas.

INDULTO ANTES QUE AMNISTÍA

Expertos consultados echan un jarro de agua fría sobre las esperanzas de que se acabe impulsando una ley que permita aministiarlos, ya que gran parte del independentismo lo vería como una victoria. Así se manifestaba, sin ir más lejos, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, en una entrevista en Catalunya Radio para quien una amnistía del Congreso significaría que no hay delito, por lo tanto, podría volver a hacer el referéndum.

Juristas preguntados por este medio, en cambio, sacar a relucir el indulto como una vía más fácil. Se trata de una causa de extinción de la responsabilidad penal, que supone el perdón de la pena. "Es una medida de gracia, de carácter excepcional, consistente en la remisión total o parcial de las penas de los condenados por sentencia firme, que otorga el Rey, a propuesta del Ministro de Justicia, previa deliberación del Consejo de Ministros”, reza el mismo Ministerio de Justicia.

El indulto total comprende la remisión de todas las penas a que hubiere sido condenado el reo y que aún no hubieren sido cumplidas. Pero también puede ser parcial y supone la remisión de alguna o algunas de las penas impuestas o su conmutación por otras menos graves. “En este punto, los indultos se podrían negociar de cara a una investidura tras unas nuevas elecciones generales, pero no antes”, comentan fuentes parlamentarios. Además, implican un reconocimiento del delito, extremo que rechazan los presos.

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