ERC y JXCat encaran el 10N como una oportunidad para contestar inmediatamente a la sentencia del Tribunal Supremo sobre la causa contra los líderes independentistas. Ambos partidos dejarán de lado, una vez más, sus profundas diferencias para emplearse a fondo y revalidar sus posturas. Un paro de país u otras movilizaciones no generan consenso entre las fuerzas independentistas. En lo que sí están de acuerdo es en reafirmarse en el Congreso.
Noticia relacionada
Paro, desaceleración y Brexit: los riesgos económicos que se le atragantan al PSOEPor ahora, según declaró el vicepresident de la Generalitat, Pere Aragonés, descartan elecciones catalanas y, especialmente los republicanos, pondrán toda la carne en el asador en los comicios generales para que estos sean una respuesta al dictamen de los magistrados. La fórmula que proponen desde ERC sigue siendo, no obstante, el Govern de concentración.
El partido defiende que ese Govern de unidad estaría vigente hasta conseguir una mesa de negociación con el Estado, pero ni Junts per Catalunya ni la CUP aceptan esta propuesta. El debate sobre las acciones que se acometerán este octubre está vivo en las filas soberanistas y dependerá de la "agresividad de la decisión judicial", sostiene Jordi Pacheco i Canals, decano del Colegio de Politólogos de Catalunya.
Quedan pocos días para ponerse de acuerdo. Las formaciones barajan el 15 o 16 de octubre como la fecha en que se conocerán las penas que el Supremo impone a los políticos presos -todo el mundo da por hecha la condena-. Trabajan bajo la hipótesis de que el alto tribunal se pronunciará después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) resuelva la pregunta prejudicial sobre la inmunidad parlamentaria del líder republicano y eurodiputado, Oriol Junqueras. Se prevé que la Justicia europea dé a conocer su resolución el 14 de octubre.
No hacen mucho caso a las declaraciones del fiscal Javier Zaragoza, uno de los cuatro que participaron en el juicio, quien anticipó esta semana que la sentencia saldrá publicada en los primeros diez días de octubre, "cerca de la festividad del Pilar".
El baile de fechas es lo de menos, lo que cuenta de cara a las elecciones y, especialmente, al comportamiento de los votantes en Cataluña, es si esta se percibe como "proporcional o desproporcionada", argumenta Pacheco i Canals. En el segundo caso, se generará una corriente de simpatía hacia los presos que los partidos tratarán de capitalizar.
Los reproches y la búsqueda de culpables de la repetición electoral del 10 de noviembre han eclipsado, en los primeros compases de la precampaña, el tema de Catalunya. La relación del Estado con la región es uno de los puntos de desencuentro entre Podemos y el PSOE y, aunque ahora parece un tema secundario, los actores políticos se preparan para que se convierta en una cuestión pivotal, también a nivel estatal, en la campaña que arrancará el 31 de octubre, apenas dos semanas después de que haya sentencia.
EL PSC TEME SALIR PERJUDICADO
El partido más ajeno a este runrún es el PP. El pírrico resultado de Cayetana Álvarez de Toledo el 28 de abril ha convertido Catalunya en una comunidad descontada para los populares. Quienes lo tienen peor son el PSC y Ciudadanos. El partido de Miquel Iceta no está nada contento con el endurecimiento de la postura de La Moncloa hacia Cataluña y los presos. Las constantes alusiones al 155 ponen muy nerviosos a los socialistas catalanes, que temen que el votante de izquierdas vuelva a decantarse hacia los comunes.
"El PSOE obtiene un buen resultado electoral en las generales si también lo tiene en Cataluña", asumen en el partido y lamentan que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, les haya dado la espalda. Los expertos avisan: el final del juicio afectará en la división de poderes de Catalunya e incentivará el voto hacia los partidos independentistas".
Con todo, Pacheco i Canals señala que Ciudadanos tiene mucho más que perder que el PSC con "su discurso de crispación". "Habrá un trasvase de votos del PSC a los Comuns o a ERC, pero, a la vez, la formación que dirige Lorena Roldán en Cataluña también verá volar electores hacia el PSOE", explica el politólogo.